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Electrosmog: motor de combustión frente a e-car: ¿dónde es mayor la radiación?

La radiación electromagnética se encuentra hoy en día en casi todas partes, o al menos ahora es muy difícil evitarla por completo. La revista suiza K-Tipp ha querido saber cuánta radiación eléctrica emiten los coches. El resultado es sorprendente.

En general, los aparatos eléctricos generan campos magnéticos débiles. La OMS asume que el electrosmog influye en la salud de las personas y puede provocar dolores de cabeza o falta de concentración si se exponen a una cierta cantidad de radiación durante un tiempo determinado. La radiación se mide en unidades de Tesla, llamadas así por el físico Nikola Tesla.

Normalmente, la radiación en las proximidades de aparatos eléctricos es tan baja que incluso se calcula sólo en nanoteslas (nT). El Instituto Alemán de Biología de la Construcción clasifica las cantidades superiores a 100 nT en los dormitorios como ligeramente perceptibles. ¿Y en aparatos más grandes, como los coches?

En una prueba con un aparato de medición de baja frecuencia, se pusieron bajo el microscopio varios modelos. Sorprendentemente, los valores son más altos en los motores de combustión que en los coches eléctricos.

Pero independientemente de si se trata de un motor de combustión o de un coche eléctrico, ambos modelos de coche emiten menos de 100 nT en la zona de la cabeza y la cadera. Sólo en la zona de los pies, donde se encuentran muchos cables y las baterías, los valores son más altos, concretamente una media de unos buenos 430 nT en un coche eléctrico, pero unos 50 nT menos en un coche de combustión. A modo de comparación: en los trenes, estos valores superan los 1000 nT. Llama la atención que un coche Tesla tenga los valores más bajos de todos los vehículos, a saber, sólo 20 nT en la zona de la cabeza y la cadera y 100 nT en la zona de los pies.

Se supone que Tesla ha cubierto especialmente todas las partes eléctricas, como baterías, cables y motores. Esto no es inusual y sólo tiene una relación limitada con la protección de los ocupantes. Al fin y al cabo, precisamente donde hay muchos componentes eléctricos, éstos deben estar bien protegidos entre sí para que no se afecten mutuamente.

Por lo tanto, el miedo a exponerse a un electrosmog masivo en un vehículo eléctrico es infundado.