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Teleféricos: ¿La solución a los problemas de tráfico?

La idea no es realmente nueva: un teleférico que transporte no sólo a los turistas en la montaña, sino también a los viajeros en una gran ciudad. Los primeros ejemplos fueron Argel, Kiel, La Paz, Nueva York y Taipei. Los planificadores del transporte en Alemania están estudiando en qué ciudades alemanas un teleférico podría ser un complemento útil de la red existente.

Una gran ventaja de los teleféricos es su precio. Comparado con otros ferrocarriles como el tranvía, el metro o el ferrocarril suburbano, un teleférico cuesta sólo una fracción. Mientras que en un kilómetro de metro se gastan rápidamente entre 300 y 500 millones de euros, por esa cantidad puede construirse toda una red de teleféricos, estaciones incluidas.  Todavía está por demostrar si es realmente eficaz en el transporte de pasajeros. Un teleférico puede transportar 7.000 personas por hora, un metro con su propio lecho de vías 20.000.

Si se examinan las soluciones de teleféricos que se han desarrollado hasta ahora en todo el mundo, hay algo que llama la atención:  A menudo, la decisión de construir radica en la topografía particular de la ciudad. En Kiel, en 1974, se trataba de acortar la distancia entre un centro comercial y los aparcamientos, en Nueva York hubo que salvar el East River debido al retraso en la construcción del metro. Sin embargo, normalmente las ciudades están situadas en colinas o montañas y las calles son tan estrechas que construir una línea de tranvía sería demasiado caro e ineficaz. Es el caso de LaPaz, donde se inauguró el primer teleférico en 2014 , del que ya hay diez líneas.

Múnich y Berlín también cuentan ya con teleféricos. Pero aquí sirven más para fines turísticos y aún no están integrados en el sistema de transporte público. Para cambiar esto, en Múnich se está realizando un estudio de viabilidad desde 2019. En Berlín, dicho estudio estará terminado en 2023. Demostrará que los teleféricos pueden ser un complemento útil para cerrar huecos, aliviar la carga del transporte público o ampliar o cerrar líneas existentes a un precio razonable. En segundo lugar, aunque los teleféricos no evitarían los atascos, los pasajeros simplemente flotarían sobre ellos en lugar de quedarse de pie y esperar en el autobús de abajo. Además, un teleférico no produce ruido ni gases de escape nocivos, por lo que contribuye activamente a reducir la contaminación atmosférica de una ciudad. Así pues, si se utiliza con sensatez y reflexión, un teleférico puede mejorar notablemente la red de transporte público.