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Consecuencias devastadoras por falta de Adblue

El agente Adblue garantiza la inocuidad de los óxidos de nitrógeno en un motor diésel nuevo. Pero ahora este agente escasea, lo que puede tener consecuencias devastadoras para el tráfico y el transporte.

La propia UE había estipulado que un motor diésel no podía volver a arrancar en cuanto el agente Adblue dejara de estar suficientemente presente en el recipiente previsto para ello. En una encuesta, el 40% de las empresas de autobuses afirmaron ahora que tendrían que retirar vehículos del servicio por falta de Adblue, y más del 30% dijeron que preveían pérdidas económicas. Lo explosivo del asunto es que más de la mitad de las empresas encuestadas se dedican al transporte público local. En una ciudad, la pérdida de autobuses quizá pueda compensarse con otros medios de transporte, pero en el campo, la falta de un autobús significa la desconexión total de una zona a la que entonces sólo se puede llegar en coche.

La Asociación Federal de Transporte de Mercancías, Logística y Eliminación (BGL) ha determinado que, de hecho, la escasez ya se ha producido en el siete por ciento de los casos. Por ello, la asociación se ha asegurado ahora de que sus miembros tengan garantizado al menos un suministro básico, ya que se prevé que la escasez dure hasta la primavera de 2022.

Con el fin de estar preparados para un cuello de botella en el suministro la próxima vez, las asociaciones abogan por una reserva de emergencia, como en el caso del petróleo. El precio del Adblue se ha duplicado en las últimas semanas y se está convirtiendo en un factor de coste, especialmente para las empresas de transporte, logística y acarreo. Por supuesto, esto se debe en parte a los elevados precios del gas como materia prima, que se han multiplicado por cinco. El hidrógeno se disuelve a partir del gas natural, que a su vez se utiliza para producir amoniaco para fertilizantes y Adblue.

No hay que olvidar que cerca del 70% del transporte en Alemania se realiza en camiones. A pesar de los nuevos avances en el mercado eléctrico, esto no cambiará en los próximos años. Desgraciadamente, todavía no hay suficientes vehículos eléctricos con pilas de combustible que puedan asumir por completo las numerosas tareas de los camiones y autobuses diésel.

Pero no sólo para el tráfico de reparto y el transporte público local tiene consecuencias de largo alcance la falta del vehículo azul. La contaminación atmosférica también aumenta de forma masiva si los gases de escape no se depuran según lo prescrito, ya que el Adblue es ahora un factor importante para la limpieza del aire.