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Locomotoras diésel en lugar de electricidad

La subida de los precios de la energía exige tomar decisiones cada vez más desagradables. En Gran Bretaña se han visto obligados a sustituir las locomotoras eléctricas por locomotoras diésel. La línea a Glasgow, donde se celebra actualmente la cumbre del clima, también se ve afectada.

En Alemania, el primer proveedor de gas dejó de funcionar en septiembre. El operador Deutsche Energiepool ya no podía garantizar el suministro de gas. En Gran Bretaña, la situación es aún peor: Desde agosto, unos diez proveedores dejaron de suministrar gas. La electricidad en Gran Bretaña se genera en gran parte a partir de gas natural y su precio ha subido un 440% desde principios de año.
Ahora también los ferrocarriles han cambiado la electricidad por el gasóleo. Justo a tiempo para la cumbre del clima de Glasgow, las compañías ferroviarias han empujado las locomotoras eléctricas a los depósitos y han puesto en las vías las viejas locomotoras diésel. Son más lentas, más ruidosas y, sobre todo, más sucias, pero el aumento de los precios de la energía hace que este paso sea inevitable. La gran empresa de logística Freightliner, responsable de una gran parte de las entregas de mercancías y materias primas en el reino, circula ahora sólo con locomotoras eléctricas individuales, de lo contrario exclusivamente con locomotoras diésel. Lo mismo ocurre en la conexión entre Inglaterra y Escocia. Precisamente con motivo de la cumbre sobre el clima que se celebrará en Glasgow, volverán a aumentar las emisiones contaminantes en las islas británicas. La promesa de Boris Johnson de que el precio del combustible bajaría para todos tras la salida de la UE es improbable que se cumpla en vista de las nuevas quiebras previstas de los proveedores de energía. Además, el mercado británico de la electricidad está formado por 70 proveedores diferentes, de los cuales los más pequeños no pueden compensar la escasez de energía. Por otra parte, importantes centrales nucleares ya cerraron en verano y ahora ya no están disponibles para colmar las lagunas del suministro energético.
Mientras Alemania compra su energía nuclear a gran escala a otros países de la UE, el Reino Unido ya no tiene esta opción: por tanto, está aún más vinculado a la exploración y el desarrollo de fuentes de energía sostenibles. Será interesante ver qué impacto tiene la explosión de los precios de la electricidad en el mercado de los coches eléctricos. Dados los elevados precios, es de esperar que las ventas de este tipo de vehículos experimenten un frenazo.