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Stuttgart derrocha millones en sistemas de filtrado inútiles

El estado de Baden-Württemberg ha adquirido un total de 13 columnas de filtrado. Sin embargo, la prohibición de circular en Stuttgart para los vehículos EURO 5 no puede evitarse por este motivo.

Los sistemas de filtración de aire ya se entregaron para la fase de pruebas, que terminó en junio. Ahora las columnas funcionarán durante otros dos años; en total, toda la operación cuesta algo más de 1,5 millones de euros. Las columnas filtrantes, que también han funcionado con moderado éxito en Kiel y tienen una reputación bastante dudosa tanto en la propia ciudad portuaria como fuera de sus límites, sólo pueden aliviar la difícil situación de la metrópoli de Stuttgart, pero no son en absoluto una solución permanente. El ministro de Transportes, Hermann (Verdes), lo confirma sucintamente: "Aún no estamos fuera de peligro".

Además, al ministro le preocupa que el volumen de tráfico en la Kesselstadt sea mayor tras el cierre que antes de marzo: "La prohibición de circular para Euro 5 se mantiene, porque tenemos los efectos de Corona en la media".

El grupo parlamentario de la CDU, en cambio, sigue considerando innecesarias las prohibiciones de circulación, "también es posible un aire limpio sin ellas", como subrayó el portavoz de política de transportes de la CDU, Thomas Dörflinger, al Stuttgarter Nachrichten.

Otras ciudades están interesadas en el principio de la tecnología de filtros, y no sólo para el tráfico urbano de automóviles. París, por ejemplo, es uno de los nombres que surgen cuando se trata de aplicaciones alternativas para las columnas filtrantes de Ludwigsburg. El famoso metro de París se equipará con la innovación alemana, ya que los pozos ferroviarios y el tráfico de trenes son verdaderos caldos de cultivo para el polvo fino y similares.

Curiosamente, el interés por los sistemas es muy alto, a pesar de que el Tribunal Administrativo Superior de Schleswig desmenuzó en varias páginas la "idoneidad" de los sistemas de filtración de aire en su sentencia sobre Kiel. El tribunal considera que no se ha demostrado el efecto prometido y que las emisiones de ruido provocadas dan pie a un examen más detenido; en otras palabras: ¡son claramente demasiado ruidosas!

La conclusión es que las prohibiciones de circular con diesel están llegando o seguirán llegando y que Stuttgart está malgastando 1,5 millones de euros en filtros de aire casi ineficaces. ¡Bravo!