< Show all posts

Los camiones pronto serán neutros en carbono gracias al whisky

La marca escocesa de whisky Glenfiddich quiere convertir toda su flota al biogás. Este biogás se producirá a partir de los residuos de whisky de la empresa y podría ahorrar 250 toneladas de CO2 por camión y año.

El biogás como combustible es mucho más respetuoso con el clima que el gasóleo y la gasolina. En comparación con la gasolina, la emisión de gases de efecto invernadero es aproximadamente un 65% menor. Las emisiones de óxidos de nitrógeno también son notablemente inferiores a las de los motores de combustión interna. En comparación con los vehículos de gasolina, se emite alrededor de un 10% menos de óxidos de nitrógeno; en comparación con los vehículos diésel, las emisiones son incluso alrededor de un 99% inferiores. Por tanto, el biogás no sólo es mejor para el clima, sino también para la calidad del aire y la salud humana.

La marca escocesa de whisky Glenfiddich quiere ahora producir ese biogás a partir de sus propios residuos de producción de whisky. En Escocia se producen anualmente unas 750.000 toneladas de residuos de malta durante la elaboración del whisky. La producción de biogás a partir de estos residuos se viene estudiando desde hace tiempo. La destilería de whisky Tullibardine, junto con la start-up escocesa Celtic Renewables, llevaba desde 2012 investigando cómo convertir los residuos de malta de la producción de whisky en biogás con la ayuda de bacterias. En 2017, habían propulsado por primera vez un coche con el producto reciclado.

Ahora, el tercer productor mundial de whisky de la tranquila localidad de Dufftown, en el noreste de Escocia, ha anunciado que convertirá toda su flota de vehículos a biogás de aquí a 2040, reduciendo así las emisiones de CO2 de los vehículos en torno a un 90 %. Con la conversión, podrían ahorrarse unas 250 toneladas de CO2 por vehículo. ¡Y eso al año! 

Glenfiddich, que forma parte de la empresa familiar William Grant & Sons, quiere utilizar biogás no sólo en los vehículos, sino también en toda la cadena de producción. De este modo, la producción de whisky estará completamente libre de emisiones en 2040. Para 2025, todos los envases deberán ser reutilizables, reciclables o compostables.

Con la reconversión, la marca asume un papel pionero en la gigantesca tarea logística del cambio de movilidad de los camiones. Como los expertos no ven viables en el futuro los camiones propulsados eléctricamente -las baterías serían demasiado grandes y pesadas para suministrar a los camiones a plena carga la energía suficiente para cubrir distancias realmente largas-, hay que encontrar alternativas. Los vehículos de hidrógeno son una posibilidad. La producción descentralizada de biogás a partir de los propios residuos de la empresa, como en Glenfiddich, es otro método prometedor para reducir el CO2, perjudicial para el clima, así como los nocivos óxidos de nitrógeno.