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El sueño de la e-movilidad, muy lejano

A pesar de los esfuerzos de los países europeos por prohibir los motores de combustión interna, éstos nos acompañarán en las carreteras durante mucho tiempo. El plan para pasar a los coches eléctricos está pensado para durar décadas. Además, los motores de combustión usados no están en el punto de mira.

Se prohibirá la nueva matriculación de vehículos de combustión interna, eso es seguro. En Gran Bretaña, el año objetivo es 2030, al menos para los vehículos de combustión pura; en Alemania, el Ministro de Transportes Andreas Scheuer (CSU) fijó recientemente el año 2035. Francia quiere dar el paso en 2040.

Queda mucho camino por recorrer. Hay que reconocer que la mayoría de los fabricantes de automóviles se han preparado a fondo para el mercado eléctrico. Volkswagen, por ejemplo, tiene previsto lanzar 50 nuevos modelos eléctricos de aquí a 2030. BMW ampliará su gama con 10 coches eléctricos sólo en los próximos dos años. Para 2030, ambos fabricantes quieren aumentar la cuota de vehículos eléctricos en las nuevas matriculaciones mundiales hasta el 50%. VW quiere alcanzar incluso el 60% en el continente europeo.

Hoy, sin embargo, la cuota de coches eléctricos, por ejemplo en Alemania, es insignificante. De los 48,2 millones de turismos que hay en este país, menos del 1% funcionan con electricidad, incluso si se incluyen los vehículos híbridos. Aunque su cuota de vehículos nuevos aumente en los próximos años, la gasolina y el gasóleo seguirán circulando por las carreteras durante mucho tiempo. La vida media de un turismo en Alemania es de 9,5 años. Algunas marcas, como VW, son bastante más longevas.

Hildegard Müller, Presidenta de la Asociación Alemana de la Industria del Automóvil (VDA), valoró negativamente la declaración de Scheuer de prohibir la matriculación de nuevos coches de combustión para 2035. Señaló que fijar una fecha era demasiado pronto y que, sin un cambio a las energías renovables, los coches eléctricos no podrían contribuir a la protección del clima.

Del mismo modo, los eFuels sólo podrían hacer más limpios los motores de combustión existentes con energías sostenibles. Para producir eFuels se necesita electricidad. Los eFuels, sin embargo, son menos eficientes que los vehículos impulsados por baterías y, por tanto, requieren mucha más electricidad. Si la electricidad utilizada para producir los eFuels se genera a partir del carbón, el concepto carece de sentido. Sin embargo, lo mismo ocurre con los e-cars. Por tanto, la transición energética siempre debe formar parte de la transición de la movilidad.

Así pues, el cambio a los e-cars está aún muy lejos de conseguir un aire limpio en nuestras ciudades. Los motores de combustión existentes y la mezcla de electricidad de los motores alternativos nos están frenando. Al final, la única forma de reducir la contaminación atmosférica y acústica en las ciudades es imponer prohibiciones cada vez más estrictas en las zonas medioambientales.