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Coches eléctricos y partículas: ¿cómo van de la mano?

La contaminación atmosférica nos acompaña desde los inicios de la industrialización. Es omnipresente, sobre todo en las ciudades. Sin embargo, con el progreso tecnológico y el traslado de las fábricas fuera de los centros urbanos, la calidad del aire ha mejorado en la mayoría de los países ricos. Una de las principales fuentes de contaminación atmosférica, el motor de combustión interna, parece estar siendo sustituido poco a poco por los coches eléctricos. Pero, ¿son realmente los coches eléctricos la alternativa respetuosa con el medio ambiente que parecen ser?

Con los coches eléctricos, la contaminación atmosférica del motor se reduce a cero. Pero hay otros factores que deben tenerse en cuenta. Los coches eléctricos pesan una media de 400 kilos más que los convencionales. Esto provoca un mayor desgaste de los neumáticos y, por tanto, más partículas en el aire. Algunos expertos, entre ellos el entonces ministro británico de Medio Ambiente, George Eustice, se mostraron escépticos sobre la mejora de la calidad del aire provocada por los coches eléctricos. 

El debate sobre la contaminación por partículas de los coches eléctricos se basa principalmente en los datos de la empresa Emissions Analytics. Su fundador, Nick Molden, afirma que las emisiones de partículas de los coches eléctricos podrían ser 1.850 veces superiores a las de los motores de combustión modernos. Sin embargo, estas pruebas no han sido verificadas por científicos independientes y los resultados son cuestionados por la industria. 

Es importante señalar que las partículas no sólo las producen los coches eléctricos. Todos los vehículos, ya sean de gasolina, diésel o eléctricos, producen partículas por el desgaste de los neumáticos. Aún no está claro si el mayor peso de los coches eléctricos conlleva mayores niveles de partículas. Según el fabricante alemán de neumáticos Continental, otros factores como el estilo de conducción y las condiciones de la carretera son más decisivos para el desgaste de los neumáticos y, por tanto, para la producción de partículas. 

¿Qué significa esto para las zonas medioambientales y la calidad del aire? Si se confirman las conclusiones de Emissions Analytics, podría producirse un aumento de la contaminación por partículas en las ciudades donde se utilizan cada vez más coches eléctricos. Esto tendría un impacto directo en la calidad del aire y podría hacer necesario el establecimiento y ampliación de zonas de bajas emisiones. 

El debate sobre el impacto medioambiental de los coches eléctricos demuestra que es necesario tener una visión de conjunto. No basta con reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. También hay que tener en cuenta otros factores medioambientales, como la contaminación por partículas, para lograr una movilidad realmente sostenible.