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Caos en las zonas medioambientales de Alemania

Los valores de calidad del aire del año pasado están causando confusión en Alemania. Mientras algunas ciudades quieren seguir con las prohibiciones de circulación porque los datos no son fiables debido a la pandemia de Corona, otras están aprovechando la oportunidad y suprimiendo las prohibiciones de circulación y las zonas medioambientales. Usted no atribuye el éxito a la pandemia, sino a los conceptos de movilidad de las ciudades. ¿Es esto demasiado precipitado?

Las imágenes de calles desiertas y cielos sin smog nos acompañaron durante el bloqueo del año pasado. Pero ¿hasta qué punto se vio afectada la calidad del aire por la pandemia? Científicos y políticos discuten sobre ello. Los datos no son concluyentes. Mientras que los niveles de óxido de nitrógeno disminuyeron, los de partículas aumentaron durante el cierre. Sea quien sea el culpable de la mejora de la calidad del aire, muchas ciudades están sacando consecuencias - y aboliendo las prohibiciones de circulación.

La situación es especialmente favorable para las ciudades en las que se amenazaba con prohibir la circulación de vehículos diésel. Los bajos valores de óxido de nitrógeno a partir de 2020 hacen que estas prohibiciones de circulación queden obsoletas en muchas ciudades. En Wiesbaden, por ejemplo, las prohibiciones de circulación, que no gozaban de gran popularidad, han quedado descartadas. Según el gobierno, los nuevos carriles bus, más aparcamientos disuasorios y carriles bici adicionales han surtido efecto. En Hannover tampoco se prohibirá la circulación de vehículos diésel antiguos, ya que la Ayuda Alemana al Medio Ambiente (DUH) y la ciudad han llegado a un acuerdo. Esto incluye un límite de velocidad de 40 km/h en la Friedrich-Ebert-Straße para reducir aún más los niveles de óxido de nitrógeno. Asimismo, no habrá más prohibiciones de circular con diésel en Friburgo. El presidente del distrito, Bärbel Schäfer, considera que el rejuvenecimiento del parque automovilístico hacia vehículos de bajas emisiones es la razón de la mejora de la calidad del aire. Según Schäfer, las medidas introducidas por la ciudad, como la zona de velocidad de 30 km/h en la B31 y su inclusión en la zona verde medioambiental, así como la reapertura del puente Kronenbrücke, también contribuyen a la mejora de los niveles de óxido de nitrógeno. En 2019 se situaron en 36 µg/m³ y en 2020 en 30 µg/m³. Tampoco hay que temer ya prohibiciones de circular con diésel en Heilbronn. El DUH retira su denuncia contra la ciudad, ya que las medidas de control de la contaminación atmosférica, como la zona de velocidad de 40 km/h en el centro de la ciudad y las mejoras en los carriles bici y el transporte público local, han surtido efecto.

En cambio, en Darmstadt se mantienen las prohibiciones de circular con diésel en las calles Hügelstrasse y Heinrichstrasse, a pesar de que los niveles de óxido de nitrógeno también habían mejorado aquí el año pasado. En Stuttgart y Hamburgo tampoco se vislumbra todavía una flexibilización de las normas para los vehículos diésel, aunque la oposición ejerce cada vez más presión, pues los niveles de óxido de nitrógeno ya no justifican el mantenimiento de las prohibiciones. Sin embargo, debido a la incierta situación de los datos a causa de la pandemia del año pasado, los políticos quieren atenerse aquí a las normas vigentes para evitar sorpresas desagradables cuando vuelva a aumentar el volumen de tráfico.

No sólo las prohibiciones de circular con gasóleo son objeto de acalorados debates. Algunas de las zonas medioambientales activas en unas 70 ciudades alemanas también empiezan a tambalearse. En Baden-Württemberg se están suprimiendo a la vez dos zonas de bajas emisiones. La zona medioambiental de Balingen ya se suprimió en noviembre de 2020 porque los valores de óxido de nitrógeno habían mejorado considerablemente. Según las previsiones, la supresión de la zona habría aumentado los niveles de óxido de nitrógeno en no más de un 10% hasta alcanzar una media anual de 31 µg/m³ en 2020. La reducción del tráfico debida a la pandemia puede haber ayudado algo también en este caso.  Sin embargo, se mantendrá el límite de velocidad de 30 kilómetros por hora en la carretera transversal de Endingen, ya que también contribuye a la reducción del ruido, según el alcalde Helmut Reitemann. También en Schramberg se suprimirá la zona medioambiental en 2021, según el Presidente del Distrito, Bärbel Schäfer. De hecho, ya antes de la pandemia se observaba aquí una clara tendencia a la reducción de los niveles de óxido de nitrógeno. Si en 2012 aún se situaba en 52 µg/m³, en 2016 se cumplió por primera vez el valor límite de 40 µg/m³. Desde entonces, ha disminuido a 36, 34 y 31 µg/m³ en 2017, 18 y 19, respectivamente. Más recientemente, fue de 27 µg/m³ en 2020.

En Düsseldorf, el alcalde Stephan Keller anunció hace algún tiempo que los tres carriles ecológicos activos se suprimirían en marzo de 2021. Estos causaban congestión y, por tanto, mal aire. Un nuevo concepto prevé semáforos en pasarela para reducir el tráfico en el centro de la ciudad. Además, se construirán más carriles bici y se introducirán zonas de velocidad temporales de 30 km/h. Sólo el carril ecológico de la Prinz-Georg-Straße no se devolverá sin más al tráfico rodado. En su lugar, se creará un carril bici que también podrá ser utilizado por el transporte público.

Sigue siendo cuestionable por qué muchas ciudades se preocupan principalmente por los niveles de óxido de nitrógeno en sus decisiones. Éstos suelen ser decisivos para las prohibiciones de circulación de vehículos diésel, ya que sobre todo los vehículos diésel antiguos emiten dióxido de nitrógeno. Sin embargo, las zonas medioambientales suelen tener también por objeto garantizar el cumplimiento de los niveles de partículas. Dado que éstos siguen siendo elevados, la supresión de las zonas podría acarrear problemas.

Sea cual sea la opinión de cada cual sobre las prohibiciones de circulación, el caos demuestra que los valores de calidad del aire del año pasado pueden interpretarse de diversas maneras. En consecuencia, justifican decisiones políticas que no podrían ser más diferentes.