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Berlín se convertirá en una zona de emisiones cero

La zona urbana de Berlín se cerrará a los vehículos de combustión interna. Pero después de que el proyecto de ley ya señalara 2030 como fecha de aplicación, este plazo ha desaparecido ahora de la ley. Así pues, la aplicación ha quedado en un segundo plano. ¿Pero hasta cuándo?

El lunes, la coalición de Berlín acordó los puntos clave de un paquete de medidas para la emergencia climática. Este estado de emergencia se declaró a finales de 2019 para facilitar la introducción de la protección del clima en las leyes. El Gobierno en torno a la ministra de Transportes, Regine Günther (Verdes), ya había elaborado un proyecto de ley al respecto, en el que el área urbana dentro del anillo del S-Bahn de Berlín debía convertirse en una zona de cero emisiones para 2030. En 2035, toda la ciudad debía serlo, con lo que los vehículos de combustión interna quedarían completamente excluidos de Berlín. Desde entonces, sin embargo, nada ha ocurrido con este plan de protección del clima.

En el nuevo paquete de medidas, que también incluye el "Plan de Desarrollo Urbano para la Movilidad y el Transporte", ahora faltan estas cifras anuales. En su lugar, los objetivos se aplicarán a medio plazo. Así, se pierde la urgencia de aplicar medidas hacia una zona de emisiones cero. La ampliación de la infraestructura de recarga también se incluye en el nuevo proyecto de ley. Sin embargo, sin un plazo vinculante para la aplicación de la zona, las estaciones de recarga también son menos importantes.

Los socios de la coalición no ven ninguna pérdida en la nueva redacción de la ley: "De hecho, por supuesto, se reducirá a 2030, todo el mundo tiene el horizonte temporal de diez años en mente", dijo la líder del grupo parlamentario Silke Gebel (Verdes). El significado de estas palabras se desvanece cuando hubo que suprimir exactamente este horizonte temporal del proyecto para poder llegar a un acuerdo. La ciudad acababa de recibir nuevos autobuses diésel, que en realidad debían utilizarse hasta más allá de 2030. Así que el Gobierno se da una salida fácil al no tener que reequipar los autobuses.

El paquete de medidas también contiene otras cuestiones que siguen siendo controvertidas. Por ejemplo, se está debatiendo la introducción de un billete de 365 euros para autobuses y trenes. También se está debatiendo un peaje urbano y un aumento de las tarifas de aparcamiento para los residentes con el fin de tener un efecto de dirección. La ciudad podría invertir los ingresos adicionales en movilidad ecológica, como la ampliación del transporte público.

Además de la disputa sobre la zona de emisiones cero, se sigue trabajando en el concepto sin coches de la Friedrichstraße berlinesa. Debido a la pandemia de Corona, la fase de prueba, que debía durar hasta principios de este año, se ha ampliado hasta octubre de 2021. Aún no es posible saber cómo será aceptado el concepto y si los comercios se beneficiarán o perjudicarán del paseo. Ahora, un nuevo concepto también deberá tener en cuenta los deseos de los residentes.

Con las duras conversaciones de la coalición, que rehúyen los planes concretos, parece que poco va a cambiar en Berlín por el momento en el tema de la zona medioambiental y la prohibición de circular en coche.