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Se acerca el fin de los híbridos enchufables

Las elevadas subvenciones a los híbridos enchufables pronto sólo estarán disponibles para los vehículos que puedan recorrer al menos 60 km en modo puramente eléctrico. Esto podría significar el fin del bombo y platillo que rodea a estos vehículos en Alemania.

Los compradores de híbridos enchufables (PHEV) en Alemania pueden obtener hasta 6.750 euros del Estado. Estos deben tener una autonomía eléctrica de al menos 40 km. Esto cambiará a partir de 2022. Entonces, los vehículos deberán recorrer al menos 60 km sin utilizar el motor de combustión.

Alrededor del 30% de los PHEV vendidos en Europa están matriculados en Alemania. Por tanto, estos vehículos son más populares que en cualquier otro país de la UE. Sin embargo, hay muchas críticas a estos vehículos. A menudo, los vehículos se alquilan como coches de empresa precisamente por las elevadas subvenciones, pero luego sólo se conducen con motor de combustión. Dado que los vehículos son mucho más pesados que los vehículos diésel o de gasolina convencionales debido al motor eléctrico, el consumo real del PHEV es significativamente mayor y, por tanto, los vehículos son mucho más perjudiciales para el medio ambiente que los vehículos de combustión.

Además de las nuevas normas relativas a la autonomía para las subvenciones alemanas, la Unión Europea ha introducido desde este año controles mucho más estrictos sobre los híbridos enchufables y otros vehículos. Ahora los fabricantes y las autoridades pueden transmitir a la Comisión Europea el consumo de cada vehículo, pero también directamente la electrónica del coche. De este modo, se comprueban las emisiones, pero también los kilómetros recorridos y la velocidad, para controlar mejor el consumo real de los vehículos.

Los híbridos enchufables han sido muy criticados, sobre todo porque las emisiones de CO2 en funcionamiento real son probablemente muy superiores a las declaradas por los fabricantes. Esto podría evitarse con la nueva normativa de la UE. El concepto daría entonces a la UE la opción adicional de gravar con un impuesto real el consumo o las emisiones de cada automovilista individualmente. Es probable que esto vaya demasiado lejos para muchos propietarios de coches. Sobre todo los que utilizan híbridos enchufables sin motor eléctrico tendrían que pagar más.

Es cuestionable que las normas más estrictas puedan realmente hacer que los híbridos enchufables y su uso sean más respetuosos con el medio ambiente. Está claro que aún no son la solución para mejorar la calidad del aire en las ciudades. Por tanto, el fin de las zonas de bajas emisiones y de las prohibiciones de circular con diésel está lejos de vislumbrarse.