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Lucerna: ¿la segunda zona medioambiental de Suiza?

Para 2040 no debería haber más vehículos de combustión en Lucerna. La ciudad también ha fijado ambiciosos objetivos para el sector energético y la protección del clima.

Las zonas de bajas emisiones todavía no se han impuesto en Suiza. Mientras que los países vecinos, Austria, Alemania y Francia, disponen desde hace tiempo de innumerables zonas medioambientales, Suiza sólo cuenta actualmente con una zona en Ginebra que se activa cuando la calidad del aire es mala y puede entonces prohibir la circulación de determinados vehículos más antiguos. Ahora, la ciudad de Lucerna ha anunciado que quiere suprimir por completo los vehículos de combustión interna de aquí a 2040. De este modo introducirían la segunda zona medioambiental de Suiza, que además tendría normas mucho más estrictas que muchas otras ciudades de Europa. También quieren reducir el volumen de tráfico en un 15% para 2040 en comparación con 2010.

Para dar ejemplo, la ciudad quiere convertir su propia flota de vehículos ya en 2030.  Los vehículos de transporte público, pero también los vehículos de las autoridades públicas, pero también la flota de la policía y los bomberos, así como muchos otros, tendrían que ser entonces de propulsión electrónica o de otro tipo alternativo. Para que conducir resulte menos atractivo, también se reducirá el número de plazas de aparcamiento disponibles en el centro de la ciudad.

Además de la movilidad, la ciudad también quiere cambiar su suministro energético y centrarse mucho más en la protección del clima. El consumo de energía per cápita debe reducirse y la energía solar debe ampliarse significativamente del 2 al 25%. Para 2040, las emisiones de gases de efecto invernadero de los ciudadanos deben reducirse a cero. En la actualidad, las emisiones per cápita rondan las 5 toneladas.

El proyecto será caro. Se prevé que en los próximos 5 años cueste más de 45 millones de francos, unos 41 millones de euros. Pero si la ciudad sigue adelante con los vehículos de servicio público y transporte local y se vuelve completamente eléctrica para 2030, podría ser una gran señal para los ciudadanos. Con los incentivos y medidas adecuados, la ciudad de Lucerna podría conseguir una de las zonas medioambientales más estrictas de Europa y reducir las emisiones y el tráfico de forma ejemplar. Esto no sólo protegería eficazmente el clima, sino que también mejoraría la calidad del aire y protegería a los ciudadanos de la ciudad.