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La República Checa, contra los coches eléctricos

El plan de la UE para reducir drásticamente la cuota de coches de combustión interna en Europa no gusta a todos. El Primer Ministro de la República Checa ha anunciado que votará en contra de la prohibición de vender coches que funcionen con combustibles fósiles. Esto podría poner en peligro el calendario de la UE, ya que los 27 Estados tendrían que estar de acuerdo con esta prohibición.

Una quinta parte de las emisiones de gases de escape en toda la UE proceden del tráfico. Por eso la UE planea eliminar progresivamente el motor de combustión interna con el programa "Fit for 55": para 2030, las emisiones deben reducirse un 55% respecto a 1990. Para 2035, sólo se permitirá la venta de coches sin emisiones en toda la UE. Pero no todos están de acuerdo. Italia ya anunció la semana pasada que pediría exenciones para sus fabricantes de deportivos Lamborghini y Ferrari. Ahora la República Checa también quiere oponerse a los planes de la UE.

El Primer Ministro Andrej Babiš ha declarado la guerra al ambicioso programa de la UE. La oposición a la prohibición será también uno de los ejes de la Presidencia checa en el segundo semestre de 2022. Babiš quiere adaptar las infraestructuras a las exigencias de los vehículos eléctricos, pero no apoyar económicamente su producción. Sin embargo, su país es uno de los mayores emplazamientos automovilísticos del mundo, medido por el número de habitantes. Más de 150.000 personas trabajan en la producción o en empresas proveedoras. El 20% de la producción y las exportaciones checas dependen de la industria del automóvil. Por tanto, Babiš también está ostensiblemente preocupado por los puestos de trabajo en este sector.

Sin embargo, las próximas elecciones a la Cámara de Diputados, los días 8 y 9 de octubre de 2021, y la campaña electoral que las acompaña reforzarán probablemente el tono desde Praga. Es probable que sus anuncios también traten de ganarse como votantes a los opositores a la UE y no necesariamente solo a los partidarios del motor de combustión. Al fin y al cabo, empresas automovilísticas como Skoda, que pertenece al grupo Volkswagen, o Toyota o Hyundai hace tiempo que declararon su apoyo a los modelos de combustibles alternativos. Estos fabricantes ya tienen muchos modelos eléctricos en su gama, y la amplían continuamente. En los próximos diez a veinte años, según los analistas, la demanda de modelos de combustión disminuirá drásticamente. Además, cada vez son más las regiones y ciudades que optan por introducir zonas medioambientales en las que se dificulta la entrada de vehículos de combustión, cuando no se prohíbe por completo.

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