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Fin a medias del motor de combustión interna

En el debate sobre el fin del motor de combustión, Alemania ha acordado ahora una fecha concreta. Sin embargo, la fecha de 2035 es mucho más lejana que en otros países. Además, el Gobierno deja un resquicio abierto con los combustibles sintéticos para el motor de combustión interna.

Probablemente, la presión en la comunidad europea de Estados había llegado a ser demasiado grande. La semana pasada, el Ministro de Transportes alemán, Andreas Scheuer (CSU), seguía conteniéndose en el debate sobre el fin de los vehículos de combustión interna. En un documento oficioso, muchos países habían exigido a la Comisión Europea el fin concreto de los coches de combustión. Ya están pisando el acelerador y prohibiendo cada vez más vehículos de combustión interna en sus zonas medioambientales. A partir de 2025, sólo se permitirán furgonetas y camiones eléctricos en las zonas neerlandesas. Ahora Scheuer ha fijado la fecha de 2035 para el fin de las nuevas matriculaciones de motores de combustión.

Sin embargo, esta fecha es bastante posterior a las previsiones del Centro Aeroespacial Alemán (DLR). Según éstas, el fin de los motores de combustión tendría que entrar en vigor ya en 2025 para poder cumplir el objetivo de 1,5 grados del Acuerdo de París sobre el clima. Al menos, Scheuer quiere gastar 300 millones de euros en más estaciones de recarga para seguir fomentando la compra de coches eléctricos. En las zonas medioambientales alemanas, sin embargo, no pasa nada con respecto a la prohibición de los coches de combustión más antiguos. Scheuer rechaza rigurosamente la norma de emisiones Euro 7 más estricta para los coches de combustión, prevista para 2025.

Además, el ministro mantiene un resquicio abierto en lo que respecta a la eliminación progresiva de los motores de combustión. Aunque quiere prohibir los motores diésel y de gasolina tradicionales, quiere permitir los motores de combustión con el uso de eFuels más allá de 2035. Los eFuels son combustibles producidos sintéticamente que pueden utilizarse en motores de combustión y repostar de forma similar al diésel o la gasolina. El fabricante alemán de automóviles Porsche está llevando a cabo una intensa investigación sobre combustibles alternativos, en parte para poder seguir vendiendo sus populares deportivos. Greenpeace considera que esta medida pone en peligro tanto el clima como la industria automovilística. Afirman que los eFuels consumen mucha electricidad en su producción. Un coche eléctrico recorre 5 veces más distancia con la misma cantidad de electricidad.

Hablando de eFuels: a Scheuer le gusta centrarse en la tecnología innovadora en su campaña para el cambio de rumbo de la movilidad. Ha destinado más de 320 millones de euros al proyecto "Centro Alemán para la Movilidad del Futuro". Su objetivo es "reunir mentes inteligentes y nuevas ideas", según Scheuer. Los Verdes critican que los costes de consultoría del ministro para este, como otros proyectos, son claramente demasiado elevados. A pesar de la falta de un concepto concreto, ya se ha malgastado mucho dinero de los contribuyentes.

Después de la debacle que supuso el fallido peaje para turismos y, más recientemente, el error de forma en el reglamento de tráfico, uno desgraciadamente apenas confía en que el ministro ponga a Alemania en el buen camino en el cambio de rumbo de la movilidad.