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Explicación de las zonas medioambientales suecas

Suecia quiere ser pionera en la protección del medio ambiente. Para conseguirlo, existen tres tipos diferentes de zonas de bajas emisiones. Un total de ocho ciudades tienen una zona medioambiental, y Estocolmo tiene incluso dos diferentes.

Suecia aplica un impuesto sobre las emisiones de CO2 desde 1991. El impuesto ha aumentado continuamente a lo largo de los años. Para no poner en peligro la aceptación entre la población, se redujeron al mismo tiempo otros impuestos, como el impuesto sobre bienes inmuebles, el impuesto sobre el capital y el impuesto sobre la renta. Suecia también es líder en producción de energía, con un 17% de energía eólica y un 45% de energía hidroeléctrica.

Por supuesto, Suecia también tiene zonas medioambientales, y las tiene desde 1995. Hay tres clases, y los municipios pueden decidir por sí mismos si las introducen: La primera zona se aplica sólo a autobuses y camiones de más de 3,5 toneladas. Hasta ahora se aplica en Gotemburgo, Malmö, Mölndal, Uppsala, Helsingborg, Lund, Estocolmo y Umeå. Los vehículos afectados deben cumplir la euronorma 6. Los vehículos con una Euronorma mejor que 3 pueden entrar durante 8 años (más el año de compra) después de la matriculación inicial.

La zona de bajas emisiones de clase 2 se aplica a turismos, autobuses ligeros y furgonetas que no funcionan con hidrógeno o electricidad. Todos estos vehículos deben cumplir al menos la Euronorma 5. A partir de julio de 2022, la Euronorma 5 también estará prohibida para los vehículos diésel. Hasta ahora, esta zona medioambiental solo existe en una calle de Estocolmo, Hornsgatan, en el distrito de Södermalm.

La zona medioambiental más estricta es la clase 3, en la que sólo pueden circular vehículos eléctricos, de pila de combustible y de gas, aunque estos últimos deben cumplir al menos la euronorma 6. Esta clase de zona de bajas emisiones aún no se ha introducido en ninguna ciudad de Suecia. La introducción de esta zona haría aún más limpias las ciudades suecas y prepararía a la población ya para el año 2030, cuando el país quiere prohibir totalmente la venta de vehículos de gasolina y diésel. Un requisito previo para ello, sin embargo, es la mejora de la infraestructura para vehículos con sistemas de propulsión alternativos. Esto es necesario para que los nuevos coches que van a sustituir a los de combustión sucia también puedan cargarse y repostar.

Más información sobre las zonas ecológicas suecas en la aplicación Zonas Verdes.