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El polvo fino es más peligroso de lo que se pensaba

Las partículas más pequeñas de los gases de escape y otros procesos de combustión pueden penetrar profundamente en los pulmones y causar daños en todo el organismo. Investigaciones recientes demuestran que también atacan al cerebro y reducen el rendimiento cognitivo. Además, los radicales libres de oxígeno, que se forman en las partículas finas de polvo, son enormemente peligrosos.

Los últimos descubrimientos de la Universidad Normal de Pekín sobre el tema del polvo fino muestran que las partículas no sólo causan enfermedades cardiovasculares y daños pulmonares, sino que también atacan al cerebro. Allí tienen un efecto negativo sobre el rendimiento cognitivo. El polvo fino te vuelve estúpido. El estudio comparó la concentración de partículas, dióxido de azufre y dióxido de nitrógeno en 86 ciudades chinas y 162 condados en relación con el rendimiento cognitivo de individuos y familias seleccionados. Según los resultados, es sobre todo la capacidad lingüística la que se ve afectada. Si el aire era especialmente malo durante un periodo de una semana, las puntuaciones en las pruebas verbales bajaban una media de 0,287 puntos. Si los examinados estuvieron expuestos al aire viciado durante un periodo de 3 años, sus capacidades verbales llegaron a descender una media de 1,132 puntos. En general, los hombres se vieron más afectados que las mujeres en el estudio. Con el aumento de la edad, el efecto de la reducción del rendimiento cognitivo también fue significativamente más pronunciado en los hombres. Esto no pudo observarse en las mujeres. Se obtuvieron resultados similares, aunque menos pronunciados, en las pruebas de matemáticas.

Los investigadores suizos también han llegado a nuevas conclusiones sobre los efectos del polvo fino en el cuerpo humano. Los resultados de un proyecto de investigación del Instituto Paul Scherrer (PSI) de Würenlingen muestran que los radicales libres de oxígeno se forman directamente en las partículas de polvo fino y tienen un efecto perjudicial sobre el organismo. Los radicales son muy reactivos y atacan los tejidos. Este estrés oxidativo puede desencadenar inflamaciones en los pulmones, así como asma y otras enfermedades respiratorias. Ya se sabía que el polvo fino, por ejemplo, puede formar radicales libres en conexión con el fluido superficial de las vías respiratorias. Los investigadores han demostrado ahora que los radicales también se forman directamente en el propio polvo fino. Especialmente en condiciones meteorológicas normales, en torno a los 20 grados centígrados, el polvo fino forma muchos de estos radicales y es muy peligroso.

El polvo fino sigue siendo un gran problema en Europa, como se informó la semana pasada. Incluso las ciudades con zonas medioambientales siguen luchando contra concentraciones demasiado elevadas de estas partículas finas. El valle del Po, en Italia, por ejemplo, está especialmente afectado, al igual que zonas del este de Europa. Incluso en la densamente poblada e industrialmente activa cuenca del Ruhr, en Alemania, los niveles son altos a pesar de las zonas medioambientales a gran escala.

Por tanto, los nuevos resultados exigen zonas medioambientales aún más estrictas y medidas que ofrezcan a los ciudadanos una alternativa a la conducción. Hay que proteger a la gente de las partículas mortales.