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6.000 millones de euros para coches de empresa sucios

El Öko-Institut de Friburgo y el grupo de reflexión Agora Verkehrswende denuncian que se subvencionan demasiado los coches de empresa sucios. Según los cálculos de los institutos, las subvenciones que pagan los contribuyentes alemanes por los coches de empresa de uso privado ascienden a 6.000 millones de euros anuales. Dado que las empresas compran sobre todo vehículos de alto consumo y gran potencia para sus empleados, esto complica innecesariamente la transición del transporte.

Los dos institutos han analizado también que son sobre todo los hogares de renta alta los que se benefician de las desgravaciones fiscales por los coches de empresa de uso privado. La mitad de las desgravaciones se aplican a la quinta parte de los hogares con ingresos altos. En cambio, sólo una quinta parte beneficia a los hogares menos acomodados, es decir, al 50% de los beneficiarios. También se ha descubierto que los coches de empresa de uso privado suelen tener una potencia de motor mucho mayor que los coches de matriculación privada. Además, se recorren muchos más kilómetros con los coches de empresa que con los privados. Esto se debe principalmente a que los conductores reciben una tarjeta de combustible de la empresa, lo que da la impresión de obtener más dinero cuantos más kilómetros se recorren. Pero también a largo plazo, el apoyo financiero de los vehículos de combustión interna como coches de empresa es problemático, porque los vehículos se venden como coches usados al cabo de unos años y, por tanto, siguen contaminando el medio ambiente. Debido a estas desventajas, tanto el Ökoinstitut como Agora piden una reforma de la subvención de los coches de empresa: En general, debería prescindirse de las subvenciones a los vehículos de combustión interna.

En este contexto es interesante un análisis del instituto de estudios de mercado Dataforce: en el primer semestre de 2021 se matricularán por primera vez más coches con propulsión alternativa que vehículos con propulsión de gasolina. Según el análisis, la demanda de coches diésel y gasolina disminuye constantemente. Describe a continuación que sólo el 42% de los coches nuevos son diésel, mientras que solía ser el 76% de forma habitual. Los más populares son los híbridos enchufables (17%) y los eléctricos, con un once%. Los modelos de Volkswagen, en particular, se utilizan como coches de empresa (21 por ciento), seguidos únicamente por los modelos de BMW y Mercedes. En el estudio, los gestores de flotas también comentan las perspectivas de futuro de los coches de empresa: tres cuartas partes de ellos quieren reducir las emisiones de CO2 con la ayuda de vehículos eléctricos e híbridos. Por último, pero no por ello menos importante, la imagen también desempeña un papel importante, ya que si se quiere ser popular entre los clientes corporativos, hay que apostar por una flota respetuosa con el medio ambiente.

Una reforma de las subvenciones, como piden el Öko-Institut y Agora, podría reforzar aún más la tendencia hacia coches de empresa más ecológicos y hacer más limpios los centros de las ciudades.