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Se mantiene la prohibición de conducir en Darmstadt

El aire en Alemania es cada vez más limpio. También en Darmstadt. A pesar de las mejoras en los niveles de óxido de nitrógeno, la ciudad mantiene sus prohibiciones de circulación para los vehículos diésel y de gasolina más antiguos.

Según las evaluaciones de la Agencia Federal de Medio Ambiente (UBA) sobre la calidad del aire en Alemania, las cosas están mejorando. Mientras que los límites de óxido de nitrógeno se superaron en 57 ciudades en 2018 y 25 ciudades todavía estaban por encima de la cantidad permitida de 40 microgramos por metro cúbico (µg/m³) como promedio anual en 2019, las superaciones se midieron en solo 10 ciudades en 2020. Sin embargo, algunos datos no se evaluarán completamente hasta el verano.

En Darmstadt, se impusieron prohibiciones de circulación en junio de 2019 para los vehículos diésel con Euro 5 y peor y los vehículos de gasolina con Euro 2 para los puntos de tráfico muy contaminados Heinrichstraße y Hügelstraße. En 2018 se superaron claramente los límites de óxido de nitrógeno con 50 µg/m³ de dióxido de nitrógeno en la Hügelstraße y hasta 54 µg/m³ en la Heinrichstraße.

Ahora los valores medidos en ambas calles están muy por debajo del valor límite - en Hügelstraße, por ejemplo, en 27,5 µg/m³. No obstante, el gobierno de Darmstadt mantiene las prohibiciones de circulación. "Mantendremos las restricciones de tráfico hasta que se garantice en todos los puntos de medición que su suspensión no volvería a dar lugar a superaciones", anunció el alcalde Jochen Partsch, del Partido Verde.

El Presidente de la UBA, Dirk Messner, atribuye el éxito de la calidad del aire sobre todo a las medidas políticas. Las concentraciones de óxido de nitrógeno habían descendido nada menos que entre un 20% y un 30% en el primer cierre de 2020 debido a la disminución del tráfico, pero Messner cree que éste no fue el factor decisivo en la mejora de los niveles de óxido de nitrógeno, sino que fue atribuible a vehículos más limpios, zonas de velocidad de 30 km/h y autobuses menos contaminantes.

No obstante, hay motivos de preocupación, según Messner. Por un lado, algunas ciudades, como Hamburgo y Múnich, siguen luchando contra una contaminación excesiva por óxidos de nitrógeno. Por otro, la contaminación por polvo fino sigue siendo elevada y no se vislumbra ninguna mejora debido a las emisiones no procedentes de los tubos de escape de los coches eléctricos, es decir, la abrasión de los frenos, los neumáticos y la calzada, incluso con un cambio acertado en la movilidad. Según Messner, el valor límite de partículas también está desfasado. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) podría presentar propuestas para un nuevo valor límite de partículas este mismo año, lo que podría influir también en las especificaciones de la UE.

Así pues, aunque los políticos vean éxito en las medidas políticas, al menos en lo que respecta al óxido de nitrógeno, los datos se contemplan con cautela debido al bloqueo. Así pues, las prohibiciones de circular con diésel seguirán acompañándonos este año y quizá en los venideros.