< Show all posts

Plan de desguace: Francia apuesta por las bicicletas

Los franceses que cambien su bicicleta de combustión por una eléctrica recibirán en el futuro 2.500 euros del Estado. Con ello no se pretende que los vehículos sean más ecológicos en la transición del transporte, sino reducir su número total. Una iniciativa similar en Alemania cayó en saco roto por parte de los políticos.

El plan de desguace, introducido por ejemplo en Alemania en 2009, se concibió en realidad para retirar de la circulación los coches viejos y cambiarlos por vehículos más nuevos con menos emisiones. En Francia, esta prima se está replanteando ahora. Quien cambie su coche por una bicicleta eléctrica recibirá 2.500 euros del Estado. Con ello se pretende animar a la gente a deshacerse de sus coches y utilizar la bicicleta como alternativa.

En París, por ejemplo, el uso de la bicicleta ha aumentado mucho gracias a las políticas de la alcaldesa Anne Hidalgo. A ello han contribuido la prohibición de conducir el primer domingo de mes en amplias zonas de la ciudad, el aumento de las calles sin coches y la ampliación de los carriles bici en la metrópoli. La prima a la bicicleta es un paso más hacia un oasis verde en París y otras ciudades de Francia. La Federación Francesa de Ciclistas (FUB) considera la medida una señal muy positiva. Demuestra que los políticos han comprendido que el cambio de rumbo de la movilidad no tiene por qué significar más coches limpios, sino en general menos vehículos en las ciudades.

En otros países también hay ya dinero del Estado para pasarse a la bicicleta. En Finlandia, por ejemplo, la prima por desguace se regula de forma aún más flexible. La prima puede utilizarse para coches eléctricos, e-bikes o transporte público.

En Alemania se debatió un concepto similar, pero sin éxito. En junio del año pasado, la Federación Alemana de Ciclistas (ADFC) defendió que la prima por desguace se utilizara de forma flexible para cualquier alternativa, como la bicicleta o incluso el tren. Los políticos hicieron caso omiso de esta propuesta.

Dado que muchos coches no se desguazaban como estaba previsto, sino que se vendían a Europa del Este o África, la prima por desguace es ciertamente cuestionable si a cambio se compran coches nuevos. En 2010, la prima volvió a suprimirse en Alemania. Sin embargo, la ley en Francia es un incentivo no para poner coches nuevos en las carreteras, sino para crear una alternativa que tenga un efecto positivo en la salud y el bienestar de los ciudadanos.

En Alemania, los políticos siguen aferrándose a la industria clave del automóvil. De este modo, las ciudades de este país difícilmente podrán ser más verdes y limpias.