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Las zonas de protección contra el ruido están en auge

Además de la contaminación atmosférica en nuestras ciudades, la contaminación acústica también está cada vez más en el punto de mira. Austria, Suiza y Francia van a la cabeza. En Außerfern/Tirol (Austria), el año pasado ya se prohibieron las motos ruidosas en rutas especialmente populares de los valles de Tannheimertal, Hahntennjoch y Lechtal. Quien emita más de 95 decibelios tiene que pagar una multa de 220 euros.

También en Francia, muchas ciudades podrían contar pronto con dispositivos que midan el ruido en determinados tramos de carretera. Los radares trampa franceses llevan el nombre de Méduse, que en alemán significa medusa, y por otro lado hace referencia a la cabellera serpentina de la figura mítica griega Medusa, que convertía en piedra a todo aquel que la miraba. Y efectivamente, el radar con sus cuatro brazos de micrófono sobresalientes se parece un poco a la cabeza de Medusa. Pero ya no trae la desgracia a los valientes héroes, sino a los coches y motos que pasan y molestan con su ruido a residentes y vecinos. En París y otras siete ciudades francesas, las Medusas se dirigen sobre todo contra las motos ruidosas. Pero pasará algún tiempo antes de que se pueda perseguir a los contaminadores acústicos. A partir de noviembre, los dispositivos se instalarán y probarán en estas ciudades. Al principio, sólo grabarán y localizarán el ruido ambiente cada pocos segundos. Más adelante, se añadirá una cámara para detectar las matrículas. Entonces nada se interpondrá a la hora de poner multas.

La ciudad de Niza adopta un enfoque diferente, más educativo. Allí, las señales de advertencia se encienden en rojo cuando se supera el nivel de ruido permitido de 90 decibelios. Al igual que en Austria, la ciudad también quiere disciplinar a las motos que atraviesan el campo con sus ruidosas máquinas. Con este fin, se han instalado medidores de ruido en los Vosgos, en el popular Col de la Schlucht (Paso de la Garganta), así como en el tranquilo pueblo de Saint-Forget, al sur de París. Porque tanto en el Paso de la Garganta como en la carretera de 17 curvas de Saint-Forget, popular entre los motoristas, las ruidosas motos son una espina clavada en el costado de los residentes. Pero, con toda probabilidad, el despliegue a escala nacional no será posible hasta 2023.

Por cierto: las prohibiciones de circulación en Austria también afectaron al modelo Multistrada de Ducati. Estúpidamente, la policía austriaca también circula en estas motos. Sin embargo, supieron ayudarse a sí mismos: Las motos de la policía quedaron exentas de las prohibiciones sin más.