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La primera zona medioambiental de Bulgaria

El gobierno búlgaro declara la guerra a la contaminación atmosférica en la capital. En los próximos años se invertirán unos mil millones de euros en mejorar la calidad del aire. Una zona medioambiental que sólo permita la entrada a vehículos con norma Euro 3 o superior sería la primera del país.

Con más de 660 vehículos por cada 1.000 habitantes, Sofía está muy por encima de la media europea. La contaminación atmosférica es alta y los vehículos son en su mayoría viejos. Entre otras cosas, porque los vehículos desechados se venden desde los países de Europa Occidental a los Estados del Este. El coste del mal aire de la capital -por cierto, la ciudad más sucia del país- es de 2.084 euros per cápita.

Ahora el gobierno reacciona ante la contaminación atmosférica. Entre 2021 y 2026 se invertirá un total de 2.000 millones de levs búlgaros, unos 1.000 millones de euros, para luchar contra la contaminación atmosférica. Alrededor del 83% de este presupuesto se reserva al sector del transporte. Entre otras cosas, se va a introducir la primera zona medioambiental del país. En ella se prohibirán las normas Euro 0, 1 y 2. Sin embargo, por el momento, la zona sólo se activará en determinados días de los meses de invierno, cuando la contaminación atmosférica es elevada. Además, los barrios con calles muy sucias se limpiarán más a menudo para reducir los remolinos de polvo y contrarrestar así el peligroso polvo fino de la ciudad.

Tras los planes iniciales, el presupuesto para el sector del transporte se ha ampliado ahora en otros 250 millones de euros. Sin embargo, no se especifica cómo va a beneficiar esto a la calidad del aire. Por ello, los críticos se muestran escépticos. En su opinión, otras medidas, como la sustitución de las viejas estufas de carbón por calefactores eléctricos, serían más baratas y eficaces. De hecho, se van a renovar los sistemas de calefacción. Para ello también se dispone de dinero de la Unión Europea. Sin embargo, como se ha descrito anteriormente, el presupuesto para el sector de la vivienda es mucho menor que para el sector del transporte.

Aunque los detractores de la zona de bajas emisiones consideran que el dinero estaría mejor invertido en otra cosa, las zonas de bajas emisiones de otros países han demostrado claramente que pueden ayudar a reducir la contaminación atmosférica. Sin embargo, el gobierno de Sofía sigue mostrándose reacio a crear una zona permanente de bajas emisiones. En un principio, las normas de la zona también siguen siendo restrictivas. Poco a poco, sin embargo, los tiempos y también las normas podrían endurecerse y, por ejemplo, los vehículos con norma Euro 3 también podrían ser prohibidos. Así que ya se ha empezado.  Los días en que haya que activar la zona, habrá los llamados billetes verdes, que abaratan los viajes en transporte público.  Así que, además de prohibir los vehículos viejos, el gobierno también está creando alternativas que hagan más atractivo el transporte público.

En Praga y Budapest ya existe una zona ecológica. En otras ciudades de Europa del Este, sin embargo, el concepto aún no está muy extendido. Ahora, la zona de bajas emisiones de Sofía podría incitar a otros países a introducir prohibiciones de circulación. De este modo, cada vez más habitantes del este del continente europeo podrían beneficiarse de un aire limpio.