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La contaminación atmosférica, culpable oficial de la muerte de una niña

La muerte de una niña londinense se debió a la excesiva contaminación atmosférica. Esta decisión judicial podría ser pionera en la política de transportes del Reino Unido y Europa.

Un tribunal londinense ha dictaminado que la muerte de una niña de 9 años se debió a la excesiva contaminación atmosférica. Como se informó anteriormente, la niña vivía con su familia en el sur de la capital británica, cerca de una concurrida intersección donde los niveles de contaminación atmosférica superaban los límites establecidos por la UE. El juez de instrucción ha concluido que los niveles excesivos de dióxido de nitrógeno a los que estuvo expuesta la niña contribuyeron significativamente a su muerte. La decisión significa que, por primera vez, la contaminación atmosférica es oficialmente responsable en parte de la muerte de una persona.

Los abogados de los demandantes también habían señalado el fallo de las autoridades. Tras las mediciones de la mala calidad del aire, no se elaboró un plan de acción hasta tres años después, y éste no se adoptó hasta otros cuatro años más tarde. La falta de información sobre las posibles consecuencias de la contaminación atmosférica también se achacó a las autoridades en el proceso.

Esta sentencia histórica podría tener consecuencias dramáticas para el Estado británico, ya que ahora cada vez más personas podrían presentar demandas contra la contaminación atmosférica excesiva. La Fundación Británica del Pulmón y la asociación Asthma UK esperan que la sentencia lleve a replantear la política sobre los efectos mortales de la contaminación atmosférica. El alcalde de Londres también reconoció que la decisión debe convertirse en un punto de inflexión.

Como se informó ayer, la Zona de Bajas Emisiones de Londres se ampliará el año que viene. La tasa diaria adicional para los conductores de fuera de la metrópoli también podría reducir el tráfico. Más deseables serían, sin embargo, incentivos para utilizar el transporte público, compartir coche y pasarse más a menudo a la bicicleta y otros medios de transporte respetuosos con el clima. En cambio, con las elevadas tasas y multas, el Estado parece centrarse en la disuasión en lugar de en alternativas positivas.

Aún no se puede prever lo que la sentencia significa para las zonas medioambientales de Alemania y Europa. Sin embargo, podría dar lugar a que más personas emprendan acciones legales contra los altos niveles de contaminación atmosférica también en este país. El resultado podrían ser más zonas de bajas emisiones y prohibiciones de circulación.