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¿Fin de las zonas de bajas emisiones?

La zona medioambiental de Erfurt ha pasado a la historia. Después de que los niveles de partículas hayan mejorado considerablemente en los últimos años, el Tribunal Administrativo Superior ha estimado la denuncia de un taxista de Erfurt. Una victoria a costa de la salud.

Desde 2012, solo los vehículos más nuevos podían entrar en la zona medioambiental de Erfurt. Los vehículos diésel con norma Euro 3 ya no podían entrar en amplias zonas de la ciudad, como en otras zonas medioambientales alemanas. Un taxista presentó una denuncia hace 9 años contra el hecho de tener que reequipar su flota con filtros de partículas de hollín y adquirir en parte vehículos nuevos. Tras la desestimación inicial de la denuncia, ahora se le ha hecho justicia en un segundo intento. Según el Tribunal Administrativo Superior de Turingia, la prohibición de circular ya no tiene fundamento. Los límites de partículas solo se superaron 4 días en 2019. Los niveles de dióxido de nitrógeno también han disminuido considerablemente en los últimos años. Sin embargo, aún no está claro cuándo se suprimirá exactamente la zona de bajas emisiones. También está por ver si este precedente tendrá consecuencias para las otras zonas de bajas emisiones en Alemania.

Los conductores de Fráncfort del Meno ya pueden respirar tranquilos. De momento, no hay amenaza de nuevas prohibiciones de circular con diésel. Después de que la organización Deutsche Umwelthilfe (DUH) presentara una demanda contra la ciudad, el Tribunal Administrativo de Hesse había obligado a Fráncfort a finales de 2019 a considerar la prohibición de conducir diésel como medida contra la alta contaminación por óxidos de nitrógeno. La calidad del aire había mejorado significativamente en el año Corona 2020, por lo que las prohibiciones de circulación podrían evitarse por el momento. Sin embargo, los valores medidos vuelven a aumentar en algunas zonas. Por lo tanto, todavía no se puede dar el visto bueno general.

Esta evolución de las zonas medioambientales alemanas es sorprendente. Si nos fijamos en la mejora de la calidad del aire, no podemos obviar por completo la reducción de la movilidad debido a la pandemia. Sin embargo, en algunas ciudades ya se han suprimido las zonas de bajas emisiones y los actores políticos están utilizando la mejora de la calidad del aire como motivo para poner fin a nuevas prohibiciones de circulación (diésel). Esta evolución describe lo contrario de lo que ocurre en otros países. En Francia, Bélgica, Países Bajos y otros países, los vehículos diésel con norma Euro 5 están cada vez más prohibidos. En la mayoría de las ciudades hay calendarios estrictos sobre cuándo se prohibirán los próximos vehículos con normas Euro más estrictas.

Pero no es sólo la pandemia, sino también los propios valores límite lo que daría motivos para ceñirse a las zonas medioambientales. Los valores límite que apenas se cumplen en Alemania son significativamente superiores a los valores recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Nuestros valores límite evitan graves consecuencias para la salud. En cambio, los valores más ambiciosos de la OMS garantizarían un aire más limpio.

La victoria del taxista de Erfurt y también la abolición de otras prohibiciones de circulación en Alemania parecen a primera vista una victoria de los automovilistas. Por desgracia, sin embargo, la victoria es claramente a costa de la salud de los ciudadanos.