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Berlín: peaje urbano, prohibición de coches de combustión y horrendas tarifas de aparcamiento

Regine Günther (Verdes) sabe mucho de críticas. Sin embargo, los últimos planes de la senadora berlinesa de Medio Ambiente muestran una dimensión completamente nueva de la locura.

¿Supuestamente abrumada por el cargo o simplemente Regine Günther odia a los automovilistas alemanes? Para sus críticos de siempre, el asunto está claro: esta mujer no está a la altura del cargo de senadora ecologista, los zapatos que intenta llenar la política verde parecen demasiado grandes. Poco antes de la Navidad de 2019, Berlín se había convertido en el primer estado alemán en declarar una emergencia climática. Según varios periódicos locales berlineses, Günther presentará hoy martes a sus colegas un catálogo de medidas en las que explicará la hoja de ruta ulterior para el sector del transporte de la metrópoli. 

Por ejemplo, Günther planea que a finales de 2023 haya máquinas de aparcamiento en todas (!!!) las calles del famoso anillo del S-Bahn de la capital. Dependiendo de la zona, las tarifas de aparcamiento subirán a dos, tres y cuatro euros por hora o fracción. El Gobierno también quiere aumentar el precio de las viñetas de residentes. Después, el político verde se centrará en los vehículos de combustión interna: Los distintivos medioambientales y la prohibición de circular con diésel no bastan. Quiere prohibir todos los vehículos de combustión interna en la zona medioambiental de aquí a 2030; parece que no hay una estrategia precisa que se haya coordinado con la industria automovilística. El tercer ejemplo muestra el rechazo de Günther al principio del automóvil como tal, ya que la senadora de Medio Ambiente planea un peaje urbano, como es práctica habitual en ciudades como Londres. La propuesta se encuentra actualmente en fase de prueba para comprobar su estanqueidad legal; la idea es cobrar ocho euros por día o por vehículo, ¡en toda el área de la ciudad! Según los planes de Günther, el dinero generado iría a parar a la empresa de transporte público de Berlín (BVG). 

A propósito del examen jurídico: los carriles bici emergentes de la capital, introducidos bajo los auspicios de la senadora verde de Medio Ambiente, pronto podrían no ser más que una nota marginal en la historia alemana del transporte. El Tribunal Administrativo de Berlín está estudiando un recurso urgente contra los ocho carriles bici temporales. Tras un primer examen del asunto, el tribunal competente ve "serias dudas sobre la legalidad". 

¿Significa esto el fin de las instalaciones emergentes en las calles de Berlín? Para Günther podría entonces ser realmente apretado, ya que su futuro político está directamente fusionado con la actual situación del tráfico en la capital. 

Buena suerte, Sra. G., le vendrá bien.