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Berlín es asfixiante: Calidad del aire y fracasos políticos

La contaminación atmosférica en Berlín ha alcanzado un nivel alarmante. El índice de calidad del aire (LQI) se situó peligrosamente alto el 6 de diciembre de 2023. Una triste realidad que nos muestra los efectos catastróficos de nuestras decisiones políticas. Esta ciudad, que antaño quiso brillar con la construcción de carriles bici, numerosos espacios verdes y zonas peatonales, ha tomado un camino diferente y se asfixia cada vez más en el smog de los coches.

Cuando el año pasado se inició el giro político en la capital, enseguida quedó claro que los automovilistas habían ganado. Se cancelaron los carriles bici previstos si se iba a suprimir una sola plaza de aparcamiento por su causa. Y la Friedrichstrasse, antaño libre de coches, vuelve a estar abierta a los automovilistas desde el verano. 

Pero los habitantes de la capital lo están pagando caro. La calidad del aire era alarmantemente alta a principios de diciembre. El principal culpable: Las partículas, causadas principalmente por el tráfico rodado, sobre todo los motores de combustión. Y, sin embargo, la política actual parece seguir claramente a favor de los automóviles.

Los responsables políticos de Berlín parecen más preocupados por los intereses del lobby automovilístico que por la salud de sus ciudadanos. En lugar de invertir en soluciones de movilidad sostenible, se está ampliando la infraestructura para el tráfico de automóviles. Pronto se abrirá al tráfico la ampliación de la autopista A100, que llevará a visitantes y locales hasta el corazón del pulmón negro de la ciudad. En lugar de fomentar el transporte público de cercanías, se construyen aparcamientos. En lugar de fomentar el uso de la bicicleta, se amplían las autopistas. Es una política de prioridades miopes la que nos ha llevado a esta lamentable situación.

El aire de Berlín es tan malo que no sólo pone en peligro la salud de los berlineses, sino también la de los visitantes. Los turistas que vienen a la capital alemana a disfrutar de su cultura, su historia y su alegría de vivir se encuentran con una calidad del aire que parece la de una zona industrial.

Los efectos de esta política no se limitan a la salud. La mala calidad del aire también perjudica a la economía de la ciudad. ¿Quién quiere invertir en una ciudad donde la salud de los empleados está en juego? ¿Quién quiere vivir en una ciudad donde respirar se convierte en un peligro?

Ya es hora de que los políticos de Berlín se replanteen sus prioridades. No es demasiado tarde para liberar a la ciudad de su dependencia del tráfico rodado e invertir en soluciones de movilidad sostenible. No es demasiado tarde para dar prioridad a la salud de los ciudadanos de Berlín.

Pero para ello, los responsables políticos deben tener el valor de actuar en contra de los intereses del lobby automovilístico. Deben tener el valor de introducir los cambios necesarios, aunque sean impopulares. Y de hecho lo son. La votación del año pasado en el referéndum "Berlín 2030 Clima Neutral" mostró claramente las prioridades de los ciudadanos. Se decidieron por una ciudad más verde, climáticamente neutra y limpia. 

Pero los políticos deben tomar contramedidas al respecto. No debe convertirse en una política de prohibición que quiera quitarle el coche a la gente. Debe crear alternativas reales para que la gente se alegre de dejar el coche porque no quiere estar atrapada en atascos, sino llegar a su destino rápida y cómodamente utilizando una sólida red de transporte local. Hay que convencerles de que reconsideren su comportamiento con zonas de tráfico calmado en las que experimenten a diario las ventajas de una ciudad calmada. No deben sentirse limitados, sino liberados de una vida con lata y gases de escape en cada esquina y un aire espeso y lleno de humo que no quieren respirar. Los políticos no entienden esta tarea. 

El aire de Berlín es una catástrofe silenciosa pero mortal. Y es una clara señal de que la política actual en la capital ha fracasado. Es hora de cambiar. Es hora de que el aire de Berlín vuelva a ser respirable.