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Ofensiva medioambiental en España

En los próximos años, los propietarios de vehículos viejos lo pasarán mal en España. En Madrid se va a implantar la mayor zona medioambiental de Europa. En el resto del país, el número de zonas de bajas emisiones se multiplicará por 30.

Tras un duro revés para los ecologistas madrileños -la supresión de la anterior zona de bajas emisiones-, la capital ibérica vuelve a tomar medidas contra los vehículos viejos a toda velocidad. Madrid volverá a tener una zona permanente de bajas emisiones a partir de 2022. Para 2024, esta zona deberá crecer sucesivamente y constituir entonces la mayor zona medioambiental de Europa. El proyecto se inscribe en el marco del plan de sostenibilidad "Madrid 360".

La nueva zona de Madrid tendrá 604 kilómetros cuadrados, casi 4 y 6 veces más que las respectivas zonas de Bruselas y París. En ella se excluirán los llamados vehículos A, es decir, los que no pueden obtener una pegatina con las etiquetas 0, Eco, B o C. Se trata de vehículos diésel con norma Euro. Se trata de vehículos diésel con norma Euro 3 o peor y vehículos de gasolina con norma Euro 2 o 1 o peor. Inicialmente, sin embargo, sólo se verán afectados los vehículos matriculados fuera de la ciudad. Los madrileños dispondrán de un periodo de gracia. Se les animará a cambiar a medios de transporte más ecológicos, sobre todo con alternativas e incentivos positivos.

Para los españoles y extranjeros que vivan fuera de la ciudad, sin embargo, las cosas se complicarán a partir del 1 de enero de 2022. Entonces, los vehículos A ya no podrán circular por la zona comprendida dentro de la circunvalación M-30. Un año después, a partir de 2023, la propia circunvalación también se verá afectada por la normativa. A partir de 2024, toda la zona de la ciudad quedará cerrada a los vehículos A no madrileños y, a partir de 2025, también se acabará el periodo de gracia para los madrileños.

Entre 2021 y 2023, se destinarán 110 millones de euros a la aplicación de los planes para un aire limpio. El dinero se destinará al cambio a flotas de vehículos de bajas emisiones en espacios públicos, pero también privados. También se modernizarán los sistemas de aire acondicionado y se sustituirán las viejas estufas de leña. En el centro de la ciudad ya se han introducido dos líneas de autobuses eléctricos gratuitos y una de pago. Los autobuses diésel desaparecerán por completo de la flota en 2023. También se han ampliado considerablemente las estaciones de bicicletas eléctricas. Tras la instalación de 90 estaciones más, el sistema de bicicletas BiciMad cuenta ahora con 258 estaciones en la ciudad. También se han ampliado las zonas peatonales. Por ejemplo, en la Puerta del Sol. Para reducir el tráfico en el centro de la ciudad, también se ha creado un aparcamiento disuasorio en la Fuente de la Mora. A estos se sumarán los de Pitis y Aviación Española. Además de la nueva zona medioambiental, se van a tomar medidas especiales de protección en el distrito Centro y cerca de la Plaza Elíptica, ya que estas zonas están actualmente especialmente afectadas por la contaminación atmosférica.

Pero no es sólo en Madrid, sino en todo el país, donde se están introduciendo las nuevas zonas medioambientales. Pronto habrá 150 nuevas zonas ambientales en aglomeraciones urbanas de más de 50.000 habitantes y, en algunos casos, también en zonas de entre 20.000 y 50.000 habitantes. Así lo exigen la nueva "Ley de Cambio Climático", el nuevo "Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia" y el programa "España 2050: Fundamentos y propuestas para una estrategia nacional a largo plazo". Entre otras cosas, todas estas leyes tienen como objetivo cambiar radicalmente el parque automovilístico español y poner en las carreteras un número significativamente mayor de coches eléctricos. A partir de 2040, no se permitirá la venta de coches nuevos con motor de combustión. También subirán los peajes y se encarecerá el combustible. En definitiva, conducir en España será mucho más desagradable.

En cuanto a las nuevas zonas medioambientales, cabe suponer que al principio las ciudades se orientarán hacia los vehículos A, de forma similar a la nueva zona medioambiental de Madrid. Pero poco a poco, las normas para las zonas de bajas emisiones en España probablemente se endurecerán de forma similar a la vecina Francia, de modo que finalmente no sólo los vehículos A, sino todos los diésel desaparecerán lentamente de las ciudades.

Para los turistas y viajeros de otros países, que, según la situación actual, no necesitarán una pegatina sino una matrícula para entrar en las zonas de bajas emisiones, la preparación antes de viajar a España se hará así mucho más complicada. El registro ya existe en Barcelona.

Puede informarse sobre las nuevas zonas españolas de bajas emisiones en nuestro blog y, por supuesto, en la aplicación Green-Zones. De este modo, podrá viajar a la Península Ibérica relajado a pesar de las nuevas normas.