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Los ciudadanos miden el polvo fino

En Marsella se están distribuyendo entre los ciudadanos 2.000 dispositivos móviles de medición de la contaminación atmosférica en la metrópoli. El objetivo es obtener información más precisa sobre la mejora de la calidad del aire y la eficacia de la zona medioambiental de la ciudad del Mediterráneo.

Este verano dará comienzo en Marsella el proyecto Diams (Alianza Digital para la Sostenibilidad de Aix-Marsella). Consiste en distribuir 2000 dispositivos móviles de medición de partículas a los ciudadanos para implicarlos en un estudio participativo de medición de la contaminación atmosférica en la metrópoli.

Los sensores pueden instalarse fijos en el jardín y en la casa, o móviles en un coche o una bicicleta para proporcionar una medición más precisa de las partículas en distintos lugares y rutas de la ciudad. También se instalarán algunos dispositivos de medición en escuelas, colmenas municipales y 300 vehículos de La Poste.

El proyecto, apoyado por la Región Metropolitana de Aix-Marsella-Provenza y organizado por la asociación Atmosud, cuesta unos 4,8 millones de euros. La Unión Europea financia el 80% del proyecto. En realidad, Diams debía haber empezado en septiembre del año pasado, pero hubo retrasos debido a la pandemia. Como los datos del año pasado probablemente no habrían sido representativos debido al cambio en la situación del tráfico, el comienzo en verano es más adecuado para investigar la contaminación atmosférica en la metrópoli, afirma Stephan Castel, responsable del grupo de innovación de Atmosud.

Atmosud, por supuesto, ve ventajas en una cartografía más precisa de la contaminación atmosférica, ya que permite tomar medidas dirigidas con precisión a las zonas con demasiadas partículas. Pero el proyecto también trata de concienciar a los ciudadanos y a los responsables políticos sobre la contaminación por partículas en la ciudad. El proceso participativo aumenta la conciencia medioambiental de los ciudadanos y puede influir positivamente en su comportamiento. Además, la plataforma abierta de comunicación de datos debería hacer más transparentes en el futuro los problemas de contaminación atmosférica de la ciudad.

Proyectos similares a Diams ya existían en otras ciudades, como Berlín, donde los ciudadanos no habían medido las partículas, sino el NO2, creando así un atlas del NO2. El proyecto, en el que también había participado Green-Zones, utiliza la información del atlas para identificar los puntos conflictivos de óxido de nitrógeno e informar a los ciudadanos, pero también para influir en las decisiones políticas.

Hasta ahora, la contaminación atmosférica en Marsella era considerablemente alta. Las mediciones de este año podrían demostrar si la zona de bajas emisiones tiene éxito. Esto probablemente también influirá en un posible endurecimiento de las normas en la ciudad del sur de Francia.