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Kiel: lucha desesperada contra las prohibiciones de circulación

Las prohibiciones de circular con diésel son una auténtica pesadilla tanto para los políticos como para los propietarios de vehículos diésel. En Kiel están invirtiendo grandes sumas en filtros de aire.

La ciudad portuaria del Mar Báltico sigue sin querer admitir su derrota ante las prohibiciones de circulación. Como ya informamos anteriormente, Kiel acaba de anunciar la compra de otros seis sistemas de filtrado de aire a la empresa Purevento, con un volumen de pedido de más de 300.000 euros, que se instalarán en lugares destacados de la ciudad. La novedad es que este proyecto está financiado por el Estado de Schleswig Holtstein. Ya el martes se instalaron dos de estos dispositivos, mientras el ministro de Transportes, Bernd Buchholz (FDP), justificaba las medidas ante el Kieler Nachrichten: "Soy de la opinión de que primero deben buscarse soluciones constructivas que tengan en cuenta las necesidades de movilidad de muchos miles de viajeros, en lugar de imponer inmediatamente prohibiciones de circulación". Los sistemas de filtrado de las calles, de aspecto futurista, forman parte de un amplio paquete de medidas para ayudar a la ciudad a evitar las prohibiciones de circular con diésel. Según Buchholz, los filtros de aire supondrían una "valiosa contribución al aire limpio y contra las prohibiciones de circulación". Si la organización Deutsche Umwelthilfe (DUH) opina lo mismo tras las primeras semanas de uso, probablemente lo sabremos dentro de unas semanas: tras una fase de prueba de una semana, el funcionamiento comenzará oficialmente a mediados de octubre.
Es más que dudoso que estos sistemas de filtrado aporten la esperada bendición en forma de aire más limpio, sobre todo en zonas como Kiel. Además de la contaminación atmosférica provocada por el tráfico rodado, las ciudades portuarias tienen un "adversario final" completamente distinto: el transporte marítimo internacional. Los transatlánticos anclan en los muelles durante toda su estancia en los puertos, normalmente durante varias horas con los motores diésel en marcha, para poder garantizar el suministro eléctrico a bordo.

Entonces, ¿son los filtros de aire de Kiel literalmente unas gotitas sobre piedras calientes, y sobre todo un despilfarro de dinero?