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Espectáculo de Punch and Judy en Stuttgart

Hoy comienza en Renania del Norte-Westfalia y otras partes de Alemania la llamada quinta estación: el carnaval. Si nos fijamos en Stuttgart en este momento, podríamos pensar que los Jecken han tomado también aquí el ayuntamiento siguiendo la tradición carnavalesca.

El consejo regional de la Autostadt ha encargado un informe pericial para determinar la contaminación por dióxido de nitrógeno en algunas zonas de la ciudad.  

Tras meses de idas y venidas, el gobierno regional quiere evitar la prohibición de circular a los vehículos diésel. El comité de coalición del gobierno estatal se opone así a una prohibición zonal de circulación para vehículos diésel (incluida la clase contaminante Euro 5) prevista para principios de julio, que actualmente prepara el Consejo Regional de Stuttgart como parte de la 5ª actualización del plan de aire limpio.  

"El aire es cada vez más limpio, no debería ampliarse la zona medioambiental", afirma Andreas Schwarz, líder del Partido Verde en el parlamento estatal. Este raro consenso político se refleja también en la declaración del jefe del grupo parlamentario de la CDU, Wolfgang Reinhart: "Nuestras medidas están funcionando. Partimos de la base de que ya no necesitamos prohibiciones de conducir".  

El motivo del cambio de opinión es el descenso de las mediciones de dióxido de nitrógeno. Sin embargo, queda por ver si desaparecerá la incertidumbre entre la población. El tira y afloja de meses parece llegar a su fin y el gobierno de Stuttgart pierde credibilidad.