< Show all posts

Demasiadas pocas zonas de bajas emisiones en Europa

Muchas ciudades europeas ya han emprendido la lucha contra la contaminación atmosférica. Sin embargo, en algunos países el aire sigue estando preocupantemente sucio. Sobre todo en lo que respecta a las partículas, las ciudades sin zonas de bajas emisiones salen muy mal paradas. Pero incluso las que tienen prohibida la circulación siguen luchando contra los contaminantes.

Un equipo de investigadores examinó 1.000 ciudades europeas en relación con la contaminación por partículas y óxidos de nitrógeno y la mortalidad asociada. Su resultado: 51.000 muertes prematuras podrían evitarse cada año con un aire más limpio en Europa.

La contaminación por partículas es especialmente elevada en el valle del Po (Italia), donde se encuentra Milán, el centro industrial y comercial más importante de Italia, pero también en el sur de Polonia y en el este de la República Checa. En el primer y segundo puesto de la lista de ciudades más sucias en cuanto a partículas finas se encuentran Brescia y Bérgamo, no lejos de Milán. En los dos países del este de Europa no hay zonas medioambientales que regulen el tráfico. Allí el aire está especialmente contaminado en Karviná y Ostrava (República Checa) y Katowice y Jastrzębie-Zdrój (Polonia).

Pero incluso en países donde las zonas de bajas emisiones llevan años manteniendo alejados de las aglomeraciones a los vehículos más antiguos, el aire sigue siendo malo, sobre todo en lo que respecta al dióxido de nitrógeno. La lista de óxidos de nitrógeno la encabezan las metrópolis de Europa Occidental. Madrid ocupa el primer lugar, seguida de Amberes, Turín, París, Milán y Barcelona.

Alemania sólo tiene una ciudad entre las 10 más sucias de Europa: Herne, en la región del Ruhr, ocupa el noveno puesto de la lista con la mayor contaminación por óxido de nitrógeno. Pero si nos fijamos sólo en Alemania, resulta sorprendente que el aire de la región del Ruhr en particular sea extremadamente nocivo para la salud. En cuanto a contaminación por polvo fino, Gelsenkirchen ocupa el primer lugar, seguida de Herne, Duisburgo, Oberhausen, Essen, Recklinghausen y Bottrop. Herne encabeza la lista de óxidos de nitrógeno. Le siguen Essen, Düsseldorf, Colonia, Duisburgo, Leverkusen y Gelsenkirchen. Aquí, la industria es sin duda también responsable del mal aire, pero la densa población y los desplazamientos en coche de las personas entre las ciudades también contribuyen a la contaminación.

El aire más limpio se encuentra en los países nórdicos, como Islandia, Noruega, Suecia y Finlandia.

La situación en Polonia y la República Checa, en particular, demuestra que la falta de zonas medioambientales provoca un aumento de la contaminación por partículas. Al mismo tiempo, el estudio deja claro que en las zonas densamente pobladas y en las de gran actividad industrial, las zonas medioambientales aún no son lo bastante eficaces para proteger a la población de la contaminación.

Así que el estudio podría ser otro llamamiento para endurecer las actuales zonas de bajas emisiones. También podría crear nuevas prohibiciones de circulación donde ya no las hay para salvar más vidas en Europa.