Wuppertal: sin espacio para el carril medioambiental
En Wuppertal sigue sin haber señales de acuerdo sobre el carril medioambiental. Pero el tiempo juega en contra de la metrópoli.
A mediados de septiembre se celebran elecciones municipales en Renania del Norte-Westfalia. Por eso es tan importante debatir objetivamente la cuestión del carril ecológico más allá de las fronteras partidistas, como subrayó Frank Meyer, jefe del departamento de transportes, al Westdeutsche Zeitung (WZ). Pero la CDU y los Verdes, así como el antiguo partido popular SPD, también están profundamente divididos dentro del partido cuando se trata de la cuestión del carril medioambiental.
La manzana de la discordia es la histórica carretera federal B7, uno de los ejes de tráfico más importantes de la ciudad de Renania del Norte-Westfalia. Aquí se necesitarían los cuatro carriles ya en uso para hacer frente al tráfico diario de unos 33.000 vehículos. Una reducción del tamaño en favor del impopular carril medioambiental es impensable, como han subrayado repetidamente varios políticos. En ese caso, el carril medioambiental sólo permitiría el acceso de autobuses, vehículos eléctricos, vehículos de emergencia y bicicletas. Sin embargo, dado que los ciclistas ya pueden utilizar en parte el carril existente en la b7, no habría necesidad de adoptar nuevas medidas en este sentido, añade Meyer. Hay que evitar a toda costa la congestión en el enlace norte-sur. El temor a experimentar un dilema similar al de Düsseldorf puede oírse en todos los debates nacionales sobre el carril medioambiental. Para Meyer, es importante aprender de los errores de la capital del Estado federado y "endideologizar" la cuestión, como cita el WZ al responsable de transportes.
Así pues, la campaña electoral en Renania del Norte-Westfalia sigue al rojo vivo. A los políticos de Wuppertal parece habérseles escapado hasta ahora el hecho causal de que un "no" al carril medioambiental significaría con toda probabilidad un "sí" a la prohibición de conducir con diésel.