Prohibición de circular con diesel en Múnich: Mejora la calidad del aire
Múnich podría no aplicar la segunda fase de su prohibición de circulación de vehículos diésel debido a la mejora de la calidad del aire. La primera fase, que entró en vigor el 1 de febrero, prohibió la circulación de vehículos diésel Euro 4 en el Mittlerer Ring. La prohibición tiene por objeto reducir los niveles de dióxido de nitrógeno y se prevén nuevas prohibiciones de circulación si los niveles no mejoran. Sin embargo, las lecturas en Landshuter Allee han mejorado significativamente, por lo que se espera que no sean necesarias nuevas prohibiciones de circulación.
La alcaldesa, Katrin Habenschaden, declaró que el plan de aire limpio estaba funcionando y que la tendencia positiva debería continuar en los próximos meses. El concejal verde Florian Roth sugirió aplazar o modificar la segunda fase si se mantiene la tendencia. Los detractores de la prohibición de circular con diésel han presentado una demanda, aún pendiente, alegando que la prohibición es desproporcionada.
La prohibición de circular con diésel en Múnich se introdujo para combatir los altos niveles de dióxido de nitrógeno en la ciudad. El dióxido de nitrógeno es un contaminante atmosférico nocivo que puede causar problemas respiratorios y contribuir al cambio climático. La Unión Europea ha fijado un límite de 40 microgramos por metro cúbico de dióxido de nitrógeno, que Múnich ha tenido problemas para cumplir en el pasado.
La primera fase de la prohibición afectaba a los vehículos diésel Euro 4, conocidos por sus elevadas emisiones de dióxido de nitrógeno. Desde que la prohibición entró en vigor en febrero, la calidad del aire en Múnich ha mejorado considerablemente. Las mediciones realizadas en la Landshuter Allee, una de las carreteras más transitadas de la ciudad, mostraron un descenso de los niveles de dióxido de nitrógeno, lo que indica que la prohibición ha sido eficaz para reducir la contaminación atmosférica.
La segunda fase de la prohibición de circular con vehículos diésel se centraría en los vehículos diésel Euro 5 y reduciría aún más el número de vehículos diésel en las carreteras de Múnich. Sin embargo, las mejoras en la calidad del aire observadas desde la primera fase de la prohibición han llevado al ayuntamiento a reconsiderar la necesidad de nuevas restricciones.
La prohibición de circular con vehículos diésel ha encontrado oposición, ya que algunos creen que las restricciones son desproporcionadas y afectan injustamente a los propietarios de vehículos diésel. La prohibición ha sido impugnada ante los tribunales y el caso sigue abierto. Sin embargo, la mejora de la calidad del aire desde la primera fase de la prohibición puede ser una prueba de su eficacia.
Conclusión: es posible que Múnich no aplique la segunda fase de su prohibición del diésel porque la calidad del aire ha mejorado desde que entró en vigor la primera fase. La administración municipal seguirá controlando los niveles de dióxido de nitrógeno y ajustará el plan de aire limpio si es necesario. El debate sobre la prohibición de circular con diésel pone de manifiesto los retos a los que se enfrentan las ciudades a la hora de equilibrar la calidad del aire y las necesidades de transporte, así como la importancia de tomar medidas para combatir la contaminación atmosférica y proteger la salud pública.