Impuesto sobre el CO2 en Francia: ¡Afecta masivamente a los vehículos!

El gobierno francés quiere aumentar el impuesto sobre las emisiones de CO2 de los coches deportivos y los vehículos de cuatro ruedas de gran potencia. Si se lleva a cabo esta reforma del impuesto sobre los vehículos de motor, la tasa actual corre el riesgo de duplicarse. Los consumidores franceses afectados ya van a las barricadas y se sienten impotentes ante la arbitrariedad de su gobierno. Según el proyecto de ley, el impuesto aumentaría así por año natural en porcentaje de las emisiones de CO2 del coche respectivo: esto se mide en gramos por kilómetro recorrido. Los vehículos con una emisión de CO2 calculada en 123 gramos por kilómetro recorrido quedarían libres de impuestos; para todos los demás, sin embargo, sería realmente caro. El tramo impositivo más alto se alcanzaría entonces con un mínimo de 225 gramos. En 2021 habría que pagar un impuesto anual de algo menos de 40.000 euros, y en 2022 ascendería a la impresionante cifra de 50.000 euros. Con esta reforma, Francia no haría sino aumentar aún más sus ya elevados tipos impositivos. Nuestros vecinos ya pagan diez veces más que los propietarios de automóviles de Italia o Bélgica. No es de extrañar, pues, que el descontento entre los franceses con los tipos de vehículos descritos aumente de forma inflacionista ante la subida de impuestos prevista.
Estos planes de París acentúan el rumbo ya emprendido hacia la prohibición total de los motores de combustión en las carreteras. Nuestros vecinos occidentales tienen el claro objetivo de prohibir por completo los motores diésel y de gasolina a partir de 2040. 

En Alemania no hay hasta ahora un plazo comparable, pero parece sólo cuestión de tiempo a la vista de la evolución actual.