Hollywood: ¿viajes por carretera con coches eléctricos?

No es ningún secreto que Hollywood y los viajes por carretera van de la mano. La industria cinematográfica estadounidense nos permite a menudo acompañar a los protagonistas de las historias "de costa a costa" y recorrer el vasto interior. Los rugientes motores de combustión y los humeantes tubos de escape parecen ser parte integrante de todo ello, pero ¿realmente tiene que ser así? ¿Y si los personajes de las películas hubieran utilizado coches eléctricos en sus aventuras? 

La plataforma de comparación y cambio de precios Uswitch se hizo precisamente esta pregunta. En el marco de un estudio, se fijó en los viajes por carretera más emblemáticos de 10 películas y series de televisión y analizó las rutas. Uswitch quería calcular cuántos kilogramos de CO2 emitían probablemente los viajes y cómo se podrían haber reducido estas emisiones cambiando a coches eléctricos. Para ello, no solo se examinaron las distancias recorridas y los tiempos de conducción, sino también los tiempos de repostaje, la densidad de estaciones de carga de VE y los costes.  

Toy Story 4 (2019) fue la primera del top 3 con mayor potencial de ahorro. El personaje del vaquero Woody y Forky podrían haber evitado 611 kilogramos de emisiones de CO2 si hubieran conducido un coche eléctrico en su viaje de Boston a San Francisco. Los dos amigos podrían haberse ahorrado unos 220 euros en gastos de viaje, alrededor de un tercio menos (29,63%). Le sigue en segundo lugar el viaje por carretera de la adaptación del videojuego Need for Speed (2014). Según Uswitch, se habrían ahorrado 571,87 kg de emisiones de CO2 al viajar por Estados Unidos. También se habrían reducido a la mitad los costes. Frente a los 380,64 euros gastados en repostar gasolina, unos 169,39 euros habrían bastado para las paradas de recarga. En tercer lugar está Borat (2006), con su satírico viaje por carretera como reportero kazajo. El trayecto de Nueva York a Los Ángeles, si se recorriera en un coche de gasolina, provocaría unas emisiones de CO2 de unos 549,62 kg. Un coche eléctrico, en cambio, no sólo habría ahorrado dinero a Borat, sino que también le habría permitido viajar a la Costa Oeste de una forma más respetuosa con el medio ambiente.  

Pero, ¿cómo ha llegado Uswitch a este asombroso resultado? En primer lugar, se calcularon las emisiones de las rutas de viaje de los vehículos de gasolina. Para ello, los expertos en vehículos eléctricos recopilaron toda la información y la cartografiaron utilizando la API OpenRouteServices (ORS) en Python. A continuación, se calcularon las emisiones de CO2 de cada trayecto con datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente (122,3 g/km de CO2 para un coche nuevo), mientras que los costes de combustible se calcularon con datos de la EIA y la EPA. A continuación, se utilizó un proceso similar para calcular las posibles rutas del coche eléctrico utilizando un OpenChargeMap para determinar cuánto CO2, además de dinero, se podría haber ahorrado. Dadas las diferentes autonomías de los distintos vehículos eléctricos, se utilizó como referencia el vehículo eléctrico más vendido en 2020, es decir, el Tesla Model 3 Long Range.  

Un curioso estudio de la plataforma británica. Sin embargo, es un estudio que muestra cómo nuestro comportamiento de movilidad, incluso en mundos imaginarios, puede tener un impacto en el medio ambiente. Las decisiones conscientes, incluso a la hora de viajar, deberían estar en nuestro radar en el futuro.