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El notable impacto de las zonas de bajas emisiones en la calidad del aire de Londres

La calidad del aire en Londres ha mejorado notablemente en los últimos 15 años gracias a la introducción de las Zonas de Bajas Emisiones (LEZ) y las Zonas de Emisiones Ultra Bajas (ULEZ). Esta iniciativa para reducir la contaminación atmosférica no sólo ha mejorado la calidad del aire en la ciudad, sino que también ha contribuido a mejorar la salud pública y a ahorrar costes económicos.

La Universidad de Bath realizó un estudio exhaustivo para evaluar el impacto de estas zonas. Llegó a la conclusión de que la introducción de la LEZ en 2008, que se dirigía específicamente a los vehículos pesados, redujo la contaminación por partículas (PM10) en un notable 13% entre 2008 y 2013. Se trata de una mejora significativa respecto a las cifras de 2003 a 2007.

La ULEZ, que entró en vigor en 2019, dio lugar a una reducción del 18,4% en los niveles de dióxido de nitrógeno en 2019 en comparación con el período de 2016 a 2018. La iniciativa tuvo tanto éxito que el alcalde Sadiq Khan anunció una reducción del 21% en las concentraciones de dióxido de nitrógeno en el centro de Londres y de hasta el 46% en el centro de Londres.

Los efectos positivos del aire limpio en Londres no se limitan a la mejora del medio ambiente. El informe muestra sorprendentes beneficios para la salud, entre ellos una reducción del 4,5% de los problemas de salud a largo plazo y del 8% de enfermedades respiratorias como el asma y la bronquitis. Los beneficios para la salud no son sólo números en una página, sino una mejora real de la calidad de vida de los londinenses.

Los beneficios económicos de estas zonas también son impresionantes. Según la investigación, las iniciativas de aire limpio en el Gran Londres han supuesto un ahorro de costes de más de 963 millones de libras. Esto demuestra que la inversión en salud ambiental puede reportar importantes beneficios económicos.

Pero no todo es sencillo. Aunque los beneficios son evidentes, hay que tener en cuenta el impacto en las comunidades menos pudientes. Los vehículos más antiguos, a menudo conducidos por los residentes más pobres, pueden no cumplir las nuevas normas de emisiones, lo que conlleva posibles costes de adaptación.

A pesar de estas dificultades, nunca se insistirá lo suficiente en las notables ventajas de las zonas de bajas emisiones. Han demostrado ser una herramienta importante en la lucha contra la contaminación, lo que se traduce en un aire más limpio, una mejor salud y un ahorro económico significativo. El éxito de Londres es un modelo a seguir para otras ciudades. A medida que avanzamos hacia un futuro más sostenible, soluciones innovadoras como LEZ y ULEZ son esenciales. Sin embargo, también debemos asegurarnos de que se aplican de una manera que no suponga una carga injusta para los menos pudientes.