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Glasgow pregunta

El sistema político de la democracia es uno de los principales logros de nuestra época moderna. Esto es probablemente lo que pensó el gobierno de la ciudad de Glasgow cuando la ciudad escocesa debatió el establecimiento de una Zona de Bajas Emisiones (LEZ).

Escocia quiere convertirse en pionera en Europa en materia de aire limpio. Sin embargo, este ambicioso objetivo y su realización no son enteramente obra del gobierno local. Glasgow ha sido la primera ciudad en implicar a los ciudadanos interesados en la elaboración de un plan para implantar una LEZ. En el sitio web de la ciudad, el alcalde de la metrópoli escocesa anunció que quería implicar activamente a los ciudadanos en los planes y mantuvo su palabra.
La siguiente declaración ha estado disponible en el sitio web de la ciudad desde diciembre, que también fue publicado y difundido por los medios de comunicación: "Sabemos por consultas anteriores que existe un amplio apoyo para el potencial de las zonas de bajas emisiones para proteger la salud pública y mejorar la calidad del aire. (...) Es vital que diseñemos esta normativa en colaboración con los sectores público, privado y terciario, y animo a todos los interesados a responder a esta consulta sobre estas propuestas tan ambiciosas para las zonas de bajas emisiones de Escocia". 
Implicar a los ciudadanos, darles la sensación de que no son meros peones de los políticos y sus representantes: ¡Eso es democracia en acción! Y también es un gran ejemplo de que algunas autoridades locales podrían tomar ejemplo. 

El resultado: las actuales normas de zonificación de Glasgow se ampliarán a coches, camiones y autobuses a partir de 2023 y se vigilarán estrictamente con cámaras. A partir de entonces, los vehículos de gasolina estarán restringidos a Euro 4 y los diésel a Euro 6 y superiores.