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¿Viena sin coches después de todo?

Tras semanas de tira y afloja y luchas de poder en el gobierno de la ciudad, parece que en Viena se está llegando a un acuerdo.

A principios de agosto, literalmente en el último minuto, el Gobierno anunció que se había decidido en contra de un centro de la ciudad sin coches. Hace unas semanas, el jefe de distrito de la ciudad, Markus Figl (ÖVP), dio luz roja. Pero ahora se ha producido un giro en el drama sobre el centro de la ciudad sin coches, porque según información del Correo de Austria, ahora está sobre la mesa una ordenanza con 16 excepciones. Birgit Hebein (Verdes), concejala de Transportes, se muestra aliviada tras las idas y venidas de las últimas semanas: "Ahora hemos terminado el nuevo borrador de la ordenanza sobre la prohibición de circular por el centro de la ciudad. Ahora nada se opone a la aplicación del proyecto en los hechos".

El concepto para el centro de Viena establece que en el futuro sólo podrán conducir en la zona los residentes que también tengan el llamado Parkpickerl. Sin embargo, las personas que no vivan en el centro de la ciudad también podrán acceder a ella en vehículos motorizados bajo determinadas condiciones. Por lo que sabemos, las excepciones incluyen a residentes, taxis, vehículos de emergencia, empresas con locales comerciales y empleados que trabajen de noche. Sin embargo, no habrá excepciones para los políticos ni, por ejemplo, para los alumnos que vayan al colegio en coche. Los críticos se han levantado en armas, aunque visto objetivamente, el planteamiento un tanto duro del Gobierno no tiene nada de injusto ni exagerado. Ante todo, la línea dura es coherente y muestra la voluntad inflexible de Viena de marcar la diferencia en términos medioambientales y abrir nuevos caminos.

La última palabra la tiene el alcalde Michael Ludwig (SPÖ), que aún no ha acordado ningún plazo y no quiere presentar su hoja de ruta hacia una ciudad sin coches hasta que "el concepto se haya elaborado de forma equilibrada", como recalcó explícitamente a los representantes de los medios de comunicación.

Viena tiene ahora la oportunidad única de ser pionera en Europa en cuanto a centros urbanos sin coches. Pero si se duda demasiado y se actúa con desaliento, la acción en Viena podría llegar a ser muy embarazosa.