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India: el fin del motor de combustión

Cada vez más fabricantes de automóviles apuestan por soluciones de propulsión alternativas para el futuro. Ahora Suzuki también quiere pasarse a los vehículos eléctricos e híbridos en la India. Sin embargo, no será una empresa fácil.

China, el mayor mercado de coches eléctricos del mundo, se menciona a menudo cuando se trata de la producción en serie de nuevos vehículos eléctricos. Sin embargo, muchos otros países también están invirtiendo cada vez más en soluciones de electromovilidad. Entre ellos se encuentra la densamente poblada India, donde empresas como Suzuki dominan la creciente industria automovilística. Ante el avance mundial de los vehículos eléctricos, esta empresa anunció recientemente su estrategia de futuro. 

Maruti Suzuki ya había retirado los vehículos diésel de su gama en 2020. Ahora, en colaboración con el Gobierno, el mayor fabricante de automóviles de la India también planea prohibir los coches de gasolina. El grupo quiere cambiar toda su cartera a híbridos, combustibles sintéticos y coches puramente eléctricos de aquí a 2032. "No habrá más coches de gasolina. Se electrificarán o se convertirán a GNC o biocombustibles", explica el Director Técnico CV Raman. Hasta entonces, Suzuki trabajará para adaptar sus propulsores a las normas de consumo y emisiones, con el cumplimiento de la llamada Corporate Average Fuel Economy Standard (CAFE) este año y las normas indias de emisiones en 2023.  

El lanzamiento al mercado del primer vehículo totalmente eléctrico de Maruti Suzuki no está previsto hasta 2025, pero ya muestra un buen potencial. El sector indio del vehículo eléctrico podría tener ventaja sobre el europeo, sobre todo en cuanto a los precios de compra. A diferencia de Europa, según Raman, en India podría alcanzarse pronto la paridad de costes entre los coches eléctricos y los motores de combustión. No obstante, la electrificación del transporte sigue siendo un reto en la república del sur de Asia. Sobre todo, los elevados costes de recarga y una infraestructura vial y de recarga inadecuada harán que, en un principio, el cambio a las propulsiones eléctricas e híbridas sólo sea rentable para las flotas, por ejemplo en el sector comercial.  

Suzuki no sólo tendrá que lidiar con los problemas de infraestructura, sino también con la difícil cuestión del suministro eléctrico, que también sigue sin respuesta en los países occidentales en la actualidad. Alrededor del 70% de la electricidad de la India sigue produciéndose a partir del carbón. Tanto las empresas automovilísticas como el Gobierno son conscientes de que la combinación energética debe cambiar para alcanzar los objetivos de reducción de la COP26. Sólo produciendo electricidad a partir de recursos renovables podría alcanzarse el objetivo de aumentar la cuota de coches eléctricos en un 30% y apoyar la transición de la movilidad sobre una base verdaderamente sostenible.  

La forma de conseguirlo es tan poco clara en la India como esencial, al igual que en Europa. Al fin y al cabo, más vehículos eléctricos en las carreteras sólo son una solución verdaderamente sostenible si el sistema necesario para hacerlos funcionar también se adapta a principios respetuosos con el clima. Para acelerar el cambio a los combustibles alternativos también en la India, podría ser el momento de introducir zonas de bajas emisiones. Incluso con la persistente mala calidad del aire y la inmensa niebla tóxica que padece la población, no sería mala idea adoptar el principio de la prohibición de circular para los viejos motores de combustión. ¿El fin del motor de combustión llegará primero a Suzuki y luego a las grandes ciudades de la India?