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Lucha contra el polvo fino: Stuttgart pone fin a un costoso despilfarro de dinero

Se suponía que la limpieza en húmedo de las calles del punto conflictivo de polvo fino Neckarktor eliminaría las peligrosas partículas del suelo. Ahora la ciudad pone fin a esta medida sin sentido.

Una y otra vez, las ciudades intentan tomar medidas contra las partículas con una amplia variedad de herramientas. Desde 2017, la ciudad de Stuttgart mojaba por la noche la carretera federal B14 para eliminar las partículas finas de polvo del suelo. Solo en el último semestre invernal, se gastaron nada menos que 400.000 euros en esta cuestionable medida. 

El polvo fino lo emiten directamente los vehículos al circular. Pero también se deposita en la calzada y vuelve a ser levantado por el tráfico. Sin embargo, la esperanza de que la eliminación de estas partículas depositadas pudiera contribuir a reducir las partículas sigue siendo infundada.  

Otros intentos de combatir la contaminación por polvo fino también han tenido un éxito limitado: la ciudad erigió columnas filtrantes, redujo el límite de velocidad en vías de tráfico importantes y levantó un muro de musgo para filtrar las partículas del aire y reducir así el polvo fino. 

No obstante, en los últimos años, Stuttgart ha declarado repetidamente la alarma por partículas debido a que la media diaria de contaminación por partículas supera los 50 microgramos por metro cúbico de aire. Esto puede ocurrir como máximo 35 días al año. Al desnudo Neckartor, la contaminación fue demasiado alta 21 días en 2018 e incluso 27 días de nuevo en 2019. En lo que va de año, solo se han medido 8 días con contaminación demasiado alta, pero esto también podría deberse a la reducción del tráfico por la pandemia de Corona.  

La alerta por partículas ya se ha suprimido, pues los días de superación en los últimos años ya no se acercan a los 35 días. En general, sin embargo, es difícil decir qué medidas contribuyen más a reducir las partículas y si se ha hecho lo suficiente contra las partículas peligrosas a largo plazo. Se calcula que la limpieza de las calles sólo eliminó unos 1,7 microgramos de partículas por metro cúbico de aire, y eso sobre todo sólo en las inmediaciones de la Puerta del Neckar. Demasiado poco para gastar mucho dinero de los impuestos en ello.  

Si la contaminación por polvo fino seguirá medio controlada en Stuttgart el año que viene, o si la ciudad tendrá que volver a idear medidas costosas para evitar las impopulares prohibiciones de circulación... nos quedamos con la curiosidad.