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La industria del camión lanza su propia ofensiva eléctrica

Los principales fabricantes de camiones han unido sus fuerzas para crear una amplia red de recarga para camiones en Europa. Dado que los políticos avanzan muy lentamente en la mejora de las infraestructuras, ahora asumen el reto con sus propias manos. Es una necesidad urgente, porque pronto dejará de haber camiones con motor de combustión en algunas zonas medioambientales.

Daimler, Volvo y el Grupo VW Traton, al que pertenecen MAN y Scania, van a ampliar masivamente la red europea de recarga de camiones en los próximos años. En los próximos 5 años, quieren construir al menos 1.700 estaciones de carga cerca de autopistas y puntos de transbordo, y están invirtiendo conjuntamente 500 millones de euros en la red de recarga. Los puntos de recarga funcionarán con electricidad verde.

Los tres actores, que juntos representan el 60% de los camiones que circulan por las carreteras europeas, se han fijado el objetivo de abandonar por completo el motor de combustión interna de aquí a 2050. De aquí a 2025, el número de vehículos diésel debería reducirse en un 13% y, de aquí a finales de la década, en un 30%. A partir de 2050, sólo habrá vehículos pesados eléctricos, ya sean de pila de combustible e hidrógeno o de batería.

Pero la red de recarga de camiones necesaria para ello está aún a kilómetros de distancia de una cobertura nacional. Aunque la red de recarga de automóviles sigue presentando muchas deficiencias, está siendo promovida y ampliada masivamente por los fabricantes y, sobre todo, por los políticos. La UE y los distintos países se han fijado objetivos para poner en circulación un determinado número de coches eléctricos. Por ejemplo, la UE quiere 30 millones de coches eléctricos para 2030. Los políticos imponen cada vez más requisitos al sector de los camiones en cuanto a sus emisiones, pero se muestran bastante reacios a ayudar con la red de recarga del sector.

Sin embargo, la ampliación de la red de recarga es una necesidad urgente. El endurecimiento de las zonas medioambientales en algunos países avanza rápidamente y pronto pondrá las cosas muy difíciles a los camiones con motores de combustión. Los Países Bajos han planeado no permitir furgonetas o camiones con motores de combustión en 14 zonas de bajas emisiones a partir de 2025. La pegatina amarilla de categoría 2, que se asigna a los camiones más nuevos con motores diésel, también será pronto tabú en algunas zonas medioambientales de Francia. En París, se prohibirá a principios de 2024. Esto afectará a todos los vehículos diésel, incluidas furgonetas, camiones y autobuses. Otras ciudades francesas seguirán seguramente su ejemplo.

Así que ya es hora de que la industria se prepare para estas prohibiciones. Los fabricantes Daimler, Volvo y Traton esperan que su iniciativa mueva también a otros actores del sector, así como a políticos y legisladores, a actuar. Sólo si actúan juntos podrán adaptarse con suficiente rapidez a las reglas de las zonas medioambientales.