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emisiones: Ahora le toca al sector naval.

Ya era hora: el Parlamento de la UE está a favor de los pagos por emisiones para los buques.

Los gigantes oceánicos no se han visto afectados hasta ahora por el comercio de derechos de emisión. Un absoluto despropósito, teniendo en cuenta lo elevadas que son las emisiones contaminantes de este segmento en comparación con el tráfico por carretera (ya informamos). Ahora, por fin, el Parlamento de la UE pone toda la carne en el asador y ha acordado por amplia mayoría a mediados de esta semana incluir a todo el sector del transporte marítimo en el comercio de derechos de emisión a partir de enero de 2022. Los cruceros, al igual que los portacontenedores, utilizan el llamado fuelóleo pesado. Muchos buques de vapor gigantes consumen el residuo de la producción de petróleo en enormes masas, algunas de hasta 150 toneladas al día. Convertido, eso supone unos 450 kilos de polvo fino al día. Este valor corresponde a las emisiones de 21,5 millones de coches diésel VW Passat. Imponer pagos a toda esta industria de cruceros ahora en el futuro es un enorme negocio. 
"El erario europeo está renunciando actualmente a unos 24.000 millones de euros anuales que podrían recaudarse si las emisiones de los buques tuvieran un precio coherente", resume el parlamentario europeo Tiemo Wölken (SPD). La mitad de los ingresos generados por la nueva normativa irían a parar a la UE, y la otra parte a diversos fondos marinos. 

El Parlamento también dio directamente el visto bueno a que el comercio de importación y exportación se viera afectado por el nuevo reglamento. "No hay razón para temer un aumento del precio de los productos transportados", continuó Wölken, político del SPD.

Es de suponer que la industria repercutirá los precios en el cliente. ¿Otro pato más de Bruselas?