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Eliminación progresiva del motor de combustión interna para 2035, ¿excepto para los coches de lujo?

La Comisión Europea se ha fijado objetivos ambiciosos: En julio de este año anunció su objetivo de poner fin a la venta de coches nuevos con motor de combustión interna para 2035. Eso no conviene a todos. En Italia se espera una excepción para los fabricantes de automóviles Ferrari y Lamborghini.

Este es el deseo expresado a la UE por el Ministro italiano de Medio Ambiente, Roberto Cingolani. El quid de la cuestión: Las marcas de lujo tienen unas emisiones contaminantes muy elevadas, pero venden muchos menos coches que los fabricantes del segmento medio o pequeño. Esto hace que la reconversión de las instalaciones de producción para los bólidos sea menos rentable que para las empresas que venden un gran número de sus vehículos. Cingolani subraya que Italia también apoya plenamente los objetivos de la UE de reducir significativamente las emisiones de gases nocivos para el clima de aquí a 2025 prohibiendo la venta de coches de combustión. Sin embargo, aboga por normas de exención para el segmento de lujo, sobre todo teniendo en cuenta que estos coches representan sólo una fracción de todos los que se venden.

El ministro, que por cierto ocupó un cargo ejecutivo en Ferrari, confía en poder encontrar una solución con los demás ministerios europeos de Medio Ambiente. Habrá que convencerle, porque en comparación con otros fabricantes de automóviles, las ventas en el segmento de lujo sufrieron menos por la pandemia que porque los compradores potenciales y adinerados no se vieron tan afectados por el malestar económico. Volkswagen también sufrió menos pérdidas en las ventas de sus marcas de lujo Bentley, Bugatti y Lamborghini.

Ferrari necesita urgentemente una solución, porque a diferencia de otros fabricantes de automóviles, el icono del deporte del motor aún no ha lanzado un coche totalmente eléctrico. Según declaró a principios de año el entonces jefe de Ferrari, John Elkann, este paso no está previsto hasta 2025, pero incluso después, Ferrari quiere seguir con sus devoradores de combustible. Será interesante ver si el ministro italiano de Medio Ambiente consigue salirse con la suya con sus colegas.