¿Necesitamos más zonas medioambientales para las abejas?
Las partículas no sólo son peligrosas para los seres humanos, sino también para las abejas y otros insectos. Nuevos estudios demuestran que las altas concentraciones de partículas en el aire merman la capacidad de las abejas para percibir los olores florales. Como consecuencia, visitan menos flores, lo que a su vez provoca una disminución de la polinización. Sin polinización, no hay frutas, verduras ni cereales. Es un ciclo preocupante que podría tener graves consecuencias para nuestro ecosistema y, en última instancia, para nuestro suministro de alimentos.
Las partículas finas de polvo son extremadamente pequeñas, por lo que pueden penetrar fácilmente en el organismo de los insectos. Allí causan daños a la salud, que van desde la inflamación de las vías respiratorias hasta el cáncer. En este sentido, no sólo los humanos sufrimos la contaminación por partículas, sino también las abejas, los animales en general.
La contaminación por partículas causada por diversas actividades humanas es hoy uno de los principales problemas para las abejas y otros insectos. Además del tráfico, los fuegos artificiales de Nochevieja y las hogueras de Semana Santa son una fuente importante de partículas. Afectan significativamente a la calidad del aire cada año y contribuyen al cambio climático. También provocan una liberación masiva de partículas a la atmósfera, lo que es perjudicial tanto para la salud humana y animal como para el medio ambiente. Esto también podría dar lugar a la ampliación o el establecimiento de nuevas zonas de bajas emisiones.
Es importante subrayar que los efectos de las partículas no se limitan a las abejas y otros insectos. Las partículas también contribuyen al calentamiento global y tienen un impacto negativo en diversas áreas del medio ambiente. Puede alterar el ciclo natural del agua, perjudicar la fertilidad del suelo y provocar la acidificación de las masas de agua.
Pero también hay esperanza. Como subraya Klaus Brunsmeier, miembro de la junta directiva de BUND NRW, cada individuo puede hacer algo para mejorar la situación. Crear hábitats para los insectos en la ciudad, reverdecer tejados y fachadas y hacer que los espacios verdes sean respetuosos con los insectos son sólo algunas de las medidas que pueden tomarse.