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Las zonas de bajas emisiones ahorran millones de euros

Según un estudio, las zonas malditas por muchos automovilistas (sólo en Europa hay más de 300) son auténticas salvavidas y ahorran millones de euros que de otro modo se habrían gastado en medicamentos.

El estudio, realizado por el Instituto Mercator de Investigación sobre los Bienes Comunes Mundiales y el Cambio Climático (MCC) de Berlín y que puede leerse en la revista Economics Letters, permite llegar a esta conclusión. En este estudio se compararon las mediciones de la calidad del aire y el gasto farmacéutico de la aseguradora sanitaria AOK en el periodo comprendido entre 2008 y 2013.

El resultado de este estudio empírico hace que uno se siente y tome nota.
Nicolas Koch, investigador principal del MCC y autor principal del estudio, pudo demostrar que la introducción de zonas medioambientales en Alemania redujo la concentración de partículas del tamaño PM10 en una media del 5,9%. Esto supuso un ahorro anual de 15,8 millones de euros en medicamentos para enfermedades cardiacas y respiratorias en las ciudades con zonas medioambientales. Para demostrar el efecto causal, se eliminaron de la comparación entre ciudades los efectos estadísticos perturbadores, como los causados por las condiciones meteorológicas y el desarrollo económico regional.

Es interesante señalar que el estudio sólo cubre los costes de los medicamentos y, por tanto, sólo representa una pequeña parte de los beneficios de las zonas medioambientales. En el sistema sanitario público, los medicamentos sólo representan en total alrededor del 17% de los costes. No se incluyen los gastos de atención médica, los enormes efectos de la mortalidad prematura ni tampoco los efectos positivos demostrables de una mejor calidad del aire. El estudio de la MCC significa que ahora se pueden tomar decisiones mejores y más informadas en futuras decisiones para introducir o endurecer las zonas medioambientales.

¿Merece la pena financiar la retroadaptación?
¿Debería introducirse un distintivo azul para los NOx?
¿Tienen más sentido más zonas de bajas emisiones?
El resultado de este estudio no hará sino acelerar la expansión y difusión de las zonas de bajas emisiones: un paso en la dirección correcta, pensamos.