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200 escuelas londinenses necesitan filtros de aire para combatir las partículas y los NOx

El alcalde de Londres, Sadiq Khan, ha anunciado un proyecto piloto para instalar filtros de aire en 200 de las escuelas más contaminadas de la ciudad. A primera vista, parece una iniciativa loable. Pero, ¿por qué ha tenido que llegar tan lejos?

La calidad del aire en Londres es un problema desde hace tiempo. En 2016, había 793 colegios en la ciudad que sufrían altos niveles de NO2. Aunque se espera que esta cifra descienda a 50 en 2019, la mayoría de los colegios siguen superando las directrices de la OMS en cuanto a PM2,5, partículas diminutas que pueden penetrar profundamente en los pulmones y causar problemas de salud. 

Los niños se ven especialmente afectados por los efectos de la contaminación atmosférica. Según Rosamund Adoo-Kissi-Debrah CBE, profesora de una escuela londinense, respirar aire tóxico puede afectar al desarrollo cognitivo, el corazón, los pulmones y el cerebro de los niños y causar enfermedades como el asma. Entre ocho y doce niños londinenses siguen muriendo de asma cada año. 

Esto nos lleva a preguntarnos: ¿por qué se expone a los niños a sustancias tan peligrosas? ¿Y por qué ha tenido que llegar el momento en que se han hecho necesarios estos filtros? 

Una comparación con las zonas de bajas emisiones deja claro lo inadecuadas que han sido las medidas adoptadas hasta ahora. En muchas ciudades alemanas se introdujeron zonas de bajas emisiones para reducir la contaminación atmosférica. Pero también en este caso hubo críticas. La introducción de zonas de bajas emisiones y la prohibición de circular para determinados vehículos pueden reducir la contaminación atmosférica, pero no son una solución a largo plazo. 

La situación es similar con los filtros de aire en las escuelas de Londres. Son una solución de emergencia para reducir los efectos de la contaminación atmosférica en la salud de los niños. Pero no atajan las causas de la contaminación atmosférica. 

Lo que se necesita son medidas globales para reducir la contaminación atmosférica. Entre ellas, normas más estrictas sobre las emisiones de los vehículos, el fomento del transporte público y la bicicleta y medidas para reducir la contaminación atmosférica industrial. 

La instalación de filtros de aire en las escuelas es un paso en la dirección correcta. Pero esto no es más que una gota en el océano. Si realmente queremos hacer algo por la salud de nuestros hijos y por el medio ambiente, tenemos que atajar las causas de la contaminación atmosférica. Y eso significa más prohibiciones de circulación.