A partir de este año, entrar en muchas ciudades francesas puede salir caro a los automovilistas. Esto se debe a que cada vez son más los infractores de tráfico que son sorprendidos en las zonas medioambientales gracias a los controles automáticos por radar.
A partir de enero de 2023, habrá 11 zonas medioambientales en Francia donde determinadas categorías de vehículos se enfrentarán a prohibiciones de circulación. Las ciudades de más de 150.000 habitantes tienen de plazo hasta 2025 para establecer zonas medioambientales -denominadas "Zone à faibles émissions" (ZFE) en Francia- con el fin de proteger a los residentes y el medio ambiente de la contaminación atmosférica. Los conductores apenas tienen opciones para eludir las prohibiciones de circulación impuestas. Esto se debe a que el control ya no está únicamente en manos de la policía y la oficina de orden público.
En su lugar, el tráfico en las zonas medioambientales se controla mediante dispositivos automáticos de radar que leen las matrículas y las comparan con la base de datos de distintivos medioambientales exigidos para conducir. Como el sistema de multas ya no se basa en controles aleatorios, cualquier vehículo que infrinja las normas de la zona medioambiental es inmediatamente pillado in fraganti. La policía comprueba entonces la legalidad de la infracción antes de notificar la multa al conductor. Según la Ligue de Défense des Conducteurs (LDC), la Dirección General de Infraestructuras, Transportes y Movilidad (DGITM) tiene prevista otra fase de prueba de los radares para finales de 2024, con el fin de optimizar el sistema de control y multa con vistas a la ampliación de la red de zonas medioambientales activas. Según los planes de las autoridades de transporte, en 2025 habrá un total de 43 ciudades en las que el acceso de vehículos a través de la zona medioambiental estará restringido y controlado automáticamente.
En caso de infracción, el sistema de multas del nuevo radar no es precisamente remilgado. Cualquiera que circule por las ciudades francesas puede esperar ser multado, en particular, en los siguientes casos: si conduce un vehículo no matriculado en una zona de bajas emisiones, si circula por una zona de bajas emisiones sin viñeta y, por último, si incumple la normativa sobre tráfico diferenciado en horas punta. En estos casos, se emite una multa de 3ª clase de 68 euros. No obstante, este importe puede reducirse o aumentarse en función del momento del pago. Los camiones, por su parte, son sancionados con una multa de 4ª clase de aproximadamente 135 euros por infracción.
En total, están afectados 13 millones de vehículos matriculados antes de enero de 2006 (diésel) o enero de 2011 (gasolina) y que llevan una pegatina francesa 3, 4 o 5. En concreto, a partir de enero de este año, se aplicará una prohibición de circulación a los vehículos con una pegatina 5. A partir de enero de 2024, se ampliará a los vehículos con una pegatina 4 - y a partir del 1 de enero de 2025, a más tardar, también a los vehículos con una pegatina medioambiental de categoría 3.
No habrá que olvidar, para entonces, todas las zonas de bajas emisiones ya activas en Francia, y en el resto de Europa. Como siempre, toda la información está disponible en nuestro sitio web y en la aplicación Green Zones.