Imagine que conduce por una carretera panorámica en un día soleado y siente el viento en el pelo. De repente, un coche se desvía hacia tu carril y no tienes tiempo de reaccionar.
Los accidentes de este tipo ocurren con frecuencia, y cada uno de ellos es una tragedia para los implicados. Sin embargo, la nueva normativa que obliga a instalar cajas negras en todos los coches nuevos en Alemania pretende evitar o minimizar los daños causados por los accidentes. Pero, ¿y si las cajas negras también pudieran utilizarse en el futuro para controlar los datos de emisiones y hacer cumplir las zonas medioambientales y las prohibiciones de circulación?