En Stuttgart, la ciudad con más coches por habitante de Alemania, el control de la contaminación atmosférica es una fuente constante de polémica y un reto permanente. Desde hace 25 años, la ciudad intenta cumplir los límites de la UE en materia de aire limpio y ha tomado diversas medidas para lograrlo. Pero, ¿qué ha ayudado realmente y es hoy más limpio el aire de Stuttgart?
Las medidas adoptadas en el pasado van desde muros de musgo, columnas filtrantes y pegatinas de polvo fino en la calzada hasta alarmas de polvo fino. Sin embargo, a pesar de todos los esfuerzos, no se pudo evitar la introducción de prohibiciones de circulación para los vehículos diésel, lo que dio lugar a nuevos debates y protestas.
Hoy, según el consejo regional y el Ministerio de Transportes, la calidad del aire en Stuttgart es perfectamente aceptable. La concentración de partículas y dióxido de nitrógeno (NO2) en el aire ha disminuido significativamente en los últimos años y ahora está por debajo de los valores límite.
En 2018, se instalaron 17 columnas filtrantes en Neckartor para filtrar las partículas y los óxidos de nitrógeno del aire. Según el Ministerio de Transporte, las columnas filtrantes han contribuido a mejorar la calidad del aire, pero queda la duda de si estas medidas son suficientes a largo plazo y si no se están limitando a combatir los síntomas en lugar de atajar la raíz del problema. El proyecto piloto con muros de musgo para reducir la concentración de partículas fracasó estrepitosamente, ya que el musgo se secó en gran medida y, por tanto, fue incapaz de desarrollar su efecto filtrante. ¿Se está basando Stuttgart en el ensayo y error en lugar de en un concepto bien pensado y estandarizado en lo que respecta al control de la contaminación atmosférica?
Las prohibiciones de circular con diésel y la zona de bajas emisiones, que a diferencia de otras ciudades de Baden-Württemberg no se ha cancelado en Stuttgart, son ejemplos del controvertido debate sobre la calidad del aire en la ciudad. Mientras el Ministerio de Transportes argumenta que las concentraciones de contaminantes en Stuttgart siguen siendo superiores a las de otras ciudades y que levantar prematuramente las prohibiciones de circulación entrañaría el riesgo de que se volvieran a superar los valores límite, el alcalde pide que se supriman.
¿Cómo evolucionará la situación en Stuttgart y podrá la ciudad mejorar la calidad del aire a largo plazo? Un concepto uniforme podría sin duda ayudar, pero también requiere la voluntad de introducir cambios fundamentales en la política de transportes y en el comportamiento de las personas. Sólo así se podrá reducir la contaminación atmosférica a largo plazo y proteger la salud de las personas.