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Ruido (dB)

Green-Zones News

El sonido es omnipresente. Demasiado sonido es ruido y esto puede tener efectos perjudiciales para nuestra salud. En algunos países europeos se están introduciendo zonas de protección acústica para combatir aún más eficazmente el ruido causado por el tráfico.

El sonido afecta a todo el organismo. Los niveles elevados de ruido pueden darse en cualquier lugar, pero naturalmente son más altos donde hay mucho tráfico. El ruido activa los sistemas nervioso y hormonal. Esto modifica la presión sanguínea y el ritmo cardíaco. Se liberan hormonas del estrés que influyen en el metabolismo del cuerpo. Esto también ocurre durante el sueño. En resumen: demasiado ruido desencadena estrés. Las consecuencias a largo plazo de la exposición crónica al ruido pueden ser enfermedades cardiovasculares, incluidos infartos. Pero el ruido también afecta al mundo animal. El ruido puede dificultar considerablemente la comunicación entre los animales y la búsqueda de pareja y alimento.

Junto con la mala calidad del aire, el ruido es desde hace tiempo una de las principales causas de enfermedad en Francia. Hace que disminuya la productividad de las personas y aumenten los costes. Según las estimaciones, esto cuesta al Estado francés hasta 150.000 millones de euros al año. Dos tercios de esta cifra son imputables al tráfico, del que el 55% es tráfico por carretera, el 8% es tráfico ferroviario y el 4% es tráfico aéreo.

Por ello, en Francia ya se han instalado medidores de ruido en lugares especialmente contaminados de París y otras siete ciudades. Sin embargo, pasará algún tiempo antes de que se persiga realmente a los contaminadores acústicos. Inicialmente, los medidores de ruido sólo registrarán y localizarán el ruido ambiente cada pocos segundos. Más adelante, se añadirá una cámara para detectar las matrículas. Sólo entonces nada se opondrá a la imposición de multas. En Niza se adopta un enfoque diferente. Allí se encienden señales rojas de advertencia cuando el nivel de ruido supera los 90 decibelios. Entonces se pide a los conductores de coches y motos que reduzcan la velocidad.

Desde 2020, los motoristas ruidosos que circulan por Außerfern, en el estado austriaco de Tirol, tienen que prestar atención al nivel de ruido de su vehículo. Esto se debe a las quejas de los residentes locales de que ciertos tramos de carretera son particularmente populares para el exceso de velocidad. Si una moto supera aquí los 95 decibelios, deberá pagar una multa de 220 euros. La primera zona de protección contra el ruido es todo un éxito y sirve de modelo para toda Europa. Ya se ha pedido a cientos de motos que paguen la multa. 

Otras ciudades europeas también se han hartado del ruido. En Ámsterdam, como en Austria, las medidas se dirigen sobre todo a las motos excesivamente ruidosas, que provocan reiteradas quejas. Sin embargo, los coches demasiado ruidosos también van a ser identificados y retirados de la circulación.  En Alemania también se están debatiendo sanciones para los motores excesivamente ruidosos. Probablemente sea sólo cuestión de tiempo que se introduzcan en toda Europa prohibiciones de circulación y zonas de protección acústica para los vehículos excesivamente ruidosos.