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Radares de velocidad para móviles: siguiente paso: ¿escaneado de distintivos ambientales?

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El Ministro de Transportes luxemburgués, Bausch, estudia la posibilidad de utilizar los nuevos radares de velocidad para pillar in fraganti a los usuarios de teléfonos móviles. También son posibles otros ámbitos de aplicación. Sin embargo, ya existen dudas sobre la protección de datos.

La conducción distraída, especialmente por el uso del teléfono móvil, es una de las causas más comunes de accidentes de tráfico. Incluso en Luxemburgo, donde fue objeto de una campaña nacional de seguridad vial en junio, muchos conductores fueron sorprendidos a menudo utilizando el móvil. El Ministro de Transportes, François Bausch, estudia ahora la posibilidad de instalar en el Gran Ducado los llamados radares de velocidad para móviles. Estos dispositivos ya se utilizan en otras regiones, como Renania-Palatinado (Alemania). El Ministerio de Transportes sigue con interés esta evolución y las últimas innovaciones de los modelos actualmente en el mercado. Si un modelo probado demuestra ser fiable - dijo Bausch en su respuesta a una pregunta parlamentaria - "podría considerarse efectivamente la introducción de un sistema de este tipo en Luxemburgo".  

Uno de los dispositivos más prometedores es la Monocam. La cámara de control ya se ha puesto a prueba en Tréveris, no lejos de la frontera luxemburguesa, durante más de un mes. Colocada en un puente por encima del tráfico, transmite datos vía livestream al ordenador portátil de los policías en un autobús de control. Según la policía, los datos sólo se almacenan y penalizan si la imagen muestra claramente una infracción. Pero aunque esto sea cierto, el uso de radares móviles sigue siendo en última instancia una cuestión de protección de datos.  

El hecho de que un radar de tráfico filme inicialmente a todos los vehículos que pasan y recoja imágenes de los conductores y las matrículas sin motivo ya ha desatado feroces críticas. Desde el punto de vista jurídico, tampoco es tan sencillo. En Renania-Palatinado también fue necesaria una base jurídica especial para hacer posible el proyecto piloto de seis meses. La situación jurídica en Luxemburgo no es diferente. Actualmente no está permitida la evaluación de los datos recogidos por los radares de los infractores que utilizan el móvil al volante. Habría que adaptar la legislación si el gobierno quisiera aprobar sanciones automatizadas por infracciones de tráfico que respeten la protección de datos.  

Los radares para móviles, sobre todo si Luxemburgo y otros países siguen su ejemplo, no sólo podrían reducir la siniestralidad causada por el uso del móvil al volante. La tecnología también podría resultar útil en otros ámbitos de la vigilancia del tráfico y conducir así a controles viales más eficaces. Por ejemplo, los nuevos dispositivos podrían ayudar a reconocer la falta de pegatinas medioambientales y denunciar al vehículo en consecuencia. Esto permitiría a las autoridades competentes controlar más eficazmente la entrada y el flujo de tráfico en las zonas medioambientales. Podría bastar con escanear la pegatina. Antes de que todo esto sea posible, deben resolverse todas las dudas sobre la protección de datos. Sin embargo, no es fácil encontrar un equilibrio entre la seguridad de todos los usuarios de la carretera y su derecho a la intimidad.